McLaren tuvo una semana de duro trabajo antes del Gran Premio de Italia tras el accidente de Fernando Alonso en la primera curva en Bélgica. El monoplaza del asturiano quedó destrozado después del fuerte impacto que recibió por parte de Nico Hulkenberg, además del ‘vuelo’ con el que pasó por encima del Sauber de Charles Leclerc, llegando incluso a golpear el ‘halo’ del vehículo.

En el equipo de Woking consiguieron fabricar un nuevo monoplaza para Alonso con pocos días de margen antes del comienzo de la actividad en Monza. “Hemos tenido cuatro días para construir un coche nuevo. El chasis quedó completamente destrozado. El que tenemos ahora es uno que usamos en los test de pretemporada y en las primeras carreras. En cuanto al motor, tuvimos algunas preocupaciones pero todo parece estar bien. Lo probaremos el viernes”, declaró Alonso.

“Tuvimos que comprobarlo todo. La totalidad del coche se destrozó, no solo el chasis: también alerones y otras piezas donde estamos al límite y son bastante caras. Tenemos suficientes piezas nuevas, pero nos estamos quedando sin repuestos. El daño de los monoplazas fue bastante extremo, sobre todo en el mío”, añadió.

Además, Alonso afirma que sintió algunos dolores días después del accidente, pero está preparado para afrontar el fin de semana. “El único día donde tuve dolor fue el martes. Cuando me levanté, me sentí un poco dolorido y tenía molestias en la espalda. Ayer me sentí bien y hoy también. Todo está bien tras el martes. Aún me duelen un poco las manos porque estaba sujetando el volante cuando golpeé a Leclerc”, comentó.

El asturiano espera que el Gran Premio de Italia sea otra cita complicada para McLaren viendo la velocidad del equipo en Spa. Va a ser uno de los peores fines de semana del año en cuanto a rendimiento. No creo que la situación vaya a cambiar significativamente en comparación a Spa. Va a ser duro e intentaremos limitar daños. Esperamos tener lluvia para contar con una oportunidad, pero será complicado en seco”, manifestó.