Hace menos de una semana que Fernando Alonso consiguió la victoria de las 24 horas de Le Mans, una de las carreras más prestigiosas del mundo del automovilismo. Su objetivo de conseguir la triple corona comenzó el año pasado cuando compitió en las 500 millas de Indianápolis, aunque no consiguió terminar la carrera.
Este año, el piloto asturiano está compaginando el Mundial de Fórmula 1 con el de Resistencia y en muy poco tiempo, Alonso se ha tenido que adaptar a diferentes coches y distintas formas de pilotaje, algo que no se veía desde hace mucho tiempo.
Él sabe que lo que hace es algo a lo que ni los pilotos ni los seguidores del automovilismo están acostumbrados y cree que será una transformación dentro de la competición.
“En la era moderna del automovilismo, no es lo normal hacer esto. En las dos últimas décadas, creo que nos hemos hecho pilotos profesionales de una sola disciplina y maximizar nuestras habilidades en esa disciplina. Lo que estamos haciendo ahora es lo que se hacía hace más de dos décadas, cambiando el automovilismo y estoy contento de liderar ese cambio. Nos salimos de la norma, donde te centras en una sola competición, te preparas para ella, para un solo coche y unas únicas reglas y estilo de conducción”.
Con la victoria en Le Mans, solo el faltaría ganar en Indianápolis para conseguir el objetivo que se ha impuesto en estos últimos dos años, la triple corona. El futuro del asturiano para el año que viene aún es incierto y no sabe si volverá a competir o no en la Indy.
“No se si volveré a la Indy el año que viene. Tengo que pensarlo y centrar mi mente en el futuro. Obviamente ganar y conseguir la triple corona es un reto atractivo. Cuando lo intenté el año pasado fue por esa ración y ahora es la única que me falta. Creo que lo pensaré durante el verano. La Fórmula 1 sigue siendo mi mundo y mi pasión, pero la triple corona es un objetivo atractivo”, comenta el asturiano.
Desde que firmó con McLaren, su intención ha sido volver a ser campeón en la Fórmula 1, algo que no ha conseguido todavía.
“Uno de los objetivos que pusimos el año pasado cuando renovamos, con la esperanza de poner el motor Renault y ser competitivos, era luchar por los podios y tal vez algunas victorias y no lo hemos encontrado. Nos hemos encontrado una séptima posición en el mundial de pilotos, lo que es como una victoria de la zona media, pero sin posibilidades reales de podios y muy lejos de luchar con los tres primeros. Ese es el objetivo para el año que viene. Si McLaren no me lo puede dar, veremos quien sí”, sentencia.
