Fernando Alonso sumó su octava retirada de la temporada en Spa. El asturiano tuvo que abandonar debido a un nuevo fallo en el motor Honda de su McLaren, pero el equipo no detectó ningún problema tras la carrera. De esta forma, volvieron a emerger las sospechas sobre una retirada intencionada de Alonso para no seguir compitiendo sin poder luchar en la zona de puntos. El propio piloto ha desmentido estas acusaciones insistiendo en que la unidad comenzó a tener problemas unos giros antes de entrar a boxes.

“Tuve algunos problemas con el motor tres o cuatro vueltas antes de retirarme. Los sensores comenzaron a fallar un par de veces y algunas cosas empezaron a tener mala pinta. Entonces, el motor iba a reventar. Esta vez, tras tener esos problemas tras abandonar, inspeccionaron toda la unidad y todo parecía estar bien”, explicó Alonso.

“Leí lo que se dijo y estaba sorprendido. Parece que la gente se olvida de que llevo en McLaren tres años, luchando por salir de las Q1, dándolo todo en las salidas, empujando el coche cuesta arriba en Hungaroring en 2015 solo para salir en Q2. Intenté correr con una costilla rota en Bahréin el año pasado. Cuando leo eso, creo que la gente no estaba muy concentrada en lo que realmente pasó en Spa, añadió.

El futuro de Alonso con McLaren pende de un hilo, pero el asturiano afirma que todavía no ha tomado ninguna decisión sobre su continuidad en el equipo de Woking. “No he decidido absolutamente nada. No soy más grande que un equipo. Somos 1.000 personas en McLaren Honda luchando por el campeonato y sabemos que las cosas no están yendo en la dirección correcta”, indicó.

“No somos lo suficientemente competitivos después de tres años. Todos queremos cambiar esa situación y yo soy una de esas 1.000 personas, probablemente la menos importante. Si mi futuro no está aquí, buscaré en otro lado. Para McLaren es crucial mejorar la situación. Es el segundo mejor equipo de la historia. Somos McLaren y todos queremos lo mismo: ser competitivos”, afirmó Alonso.