La victoria de Lewis Hamilton en Monza ha escocido, y mucho, en toda la familia Ferrari. La Scuderia se las prometía muy felices tras el contundente 1-2 de la clasificación del sábado. Todo hacía indicar que Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel se disputarían el triunfo, incluso Lewis Hamilton reconoció al término de la carrera que no esperaba luchar por subir a lo más alto. Sin embargo, todo se torció desde la primera vuelta. El toque entre Vettel y Hamilton, y la encerrona de Mercedes a Ferrari inclinaron la balanza a favor de los intereses de Brackley.

Para dicha estrategia, Mercedes utilizó a Bottas con el objetivo de ralentizar la progresión de Raikkonen tras realizar su paso por boxes. Esto ayudó a que Hamilton, con neumáticos más frescos que el finés, alcanzara al Ferrari y pudiese adelantarlo a falta de diez vueltas. Sin embargo, Maurizio Arrivabene, jefe de equipo de los italianos, cuestiona el papel de Bottas durante la carrera.

“Creo que cada uno debe mirar para su casa. No creo que a Rosberg le hubiese gustado aceptar órdenes de equipo cuando luchaba contra Hamilton. Nosotros contratamos pilotos, no mayordomos, afirma tajante a Sky Sports F1. “Incluso si quisiéramos dar órdenes de equipo, hoy hubiese sido imposible porque es muy peligrosos hacerlo al principio de la carrera”, continúa.

El italiano valora el esfuerzo, insuficiente, de Raikkonen por hacerse con la victoria, aunque las ampollas en los neumáticos destrozaron su ritmo. “Kimi ha hecho una carrera muy buena, pero cuando un piloto tiene que defenderse de otros dos, no es fácil. No analizaré lo que han hecho los demás, sé lo que hubiéramos hecho, pero no había tiempo para hacerlo; hubiese sido una locura y peligroso”, concluye.