Sebastian Vettel, piloto de Ferrari, ocupó la primera posición tras una magnífica salida en Australia, tras partir en la segunda fila, hasta que se produjo la bandera roja, en la vuelta 18, con el accidente de Fernando Alonso y Esteban Gutiérrez.

Al reanudarse, los de Maranello optaron por ponerle al piloto alemán los neumáticos superblandos, algo que les obligaba a hacer otra parada, mientras que Nico Rosberg, que iba detrás, podría llegar hasta el final con los medios.

Vettel, incapaz de mantenerse en la primera posición, paró en boxes y volvió a la pista cuarto. Adelantó a Daniel Ricciardo y cuando estaba alcanzando a Lewis Hamilton, que iba en segunda posición, cometió un error en la penúltima curva, cuando quedaban dos vueltas y rompió así sus esperanzas de escalar más posiciones.

Muchos pensaron que Ferrari tenía oportunidad de ganar, sin embargo, Maurizio Arrivabene ha admitido que existía también la posibilidad de hacerlo mal. "Honestamente, en el muro estábamos seguros de que podríamos ganar. Estuvimos mirando la carrera y observando el espacio que habíamos ganado. No queremos excusarnos, pero la última bandera roja fue en 2009 si no me equivoco. Pero es parte de la carrera y tienes que aceptarlo tal y como es. A esa altura de la carrera tienes que ser más agresivo. Puedes acertar o puedes fallar, creo que Sebastian hablaba sobre eso. Si quieres mirar el vaso medio vacío, nosotros fuimos mejores y esta es la novedad. No puedes estar contento después de eso, pero es la competición” ha marcado el italiano.

"Necesitamos mirar bien los datos en el garaje porque cada coche tiene un consumo y una degradación diferente. Comprobar si ahora lo hicimos bien o lo hicimos mal no tendría sentido", ha matizado el jefe de Ferrari.