En el Gran Premio de Australia de Fórmula 1, prueba que abría la temporada, ocurrió una de esas situaciones que hace que esta disciplina cobre sentido, y señal por la que es seguida en todo el mundo por tantos aficionados. Mercedes era el más rápido, le tocaba ganar… pero no ganó.

La victoria se la llevó un equipo Ferrari que trabajó para maximizar las diferentes estrategias, llevándose el gato al agua con la salida de un coche de seguridad en un momento clave. Este elementó fue ensencial en la victoria, reconociendo la propia Ferrari que en velocidad pura, hay trabajo por delante, motivo por el que han sido ciertamente cautos a la hora de celebrar esta victoria.

Una buena victoria y un gran trabajo del equipo, tanto en Maranello como en la pista, lo que nos llevó a un excelente domingo para nosotros, nuestros pilotos y nuestros aficionados.”, afirmó Arrivabene.

“Hemos recogido una cantidad importante de puntos en los campeonatos de pilotos y constructores. Todavía nos queda un largo camino por recorrer esta temporada, pero hoy podemos estar contentos, sabiendo que todos y cada uno de nosotros hemos hecho todo lo posible, de acuerdo con su rol, para lograr este resultado.”

“Ahora comenzaremos a prepararnos para la próxima carrera, conscientes de que hay mucho por hacer, trabajo que abordaremos con humildad y determinación.”, concluyó el italiano, que como ocurriera en 2017, comienza el año poniendo en apuros a quien a priori partía como favorito.