El Halo es la principal novedad en el aspecto exterior de los monoplaza de 2018. Pese a contar con una considerable masa de detractores, la FIA no dudó a la hora de introducir el nuevo sistema de seguridad desde la temporada que está cerca de comenzar con el Gran Premio de Australia de la próxima semana. Sin embargo, para llegar a este punto, se esconde un largo y minucioso proceso de trabajo para elaborar el controvertido dispositivo de protección.

El Halo está fabricado íntegramente a base de titianio de grado cinco, un material empleado frecuentemente en la elaboración de productos para la industria aeroespacial: "Tuvimos que comprar aproximadamente diez toneladas de titanio de alta resistencia en un mes y medio, y lo recibimos todo a tiempo y en perfecta calidad", dice Steffen Zacharias, de la empresa alemana CP Autosport, una de las tres escogidas para la fabricación del nuevo elemento de seguridad. "Se necesitan piezas de última generación para realizar el mecanizado final y el mecanizado final posterior a la soldadura. Se necesita una cámara de soldadura en una atmósfera cerrada para realizar el proceso de soldadura, y se necesita la cadena de suministro del material", añade.

El titanio es de gran utilidad para la fabricación de elementos de este tipo debido a sus características: se trata de un material muy ligero pero a la vez resistente, capaz de soportar fuertes impactos como los que sufre un monoplaza de Fórmula 1 en un accidente a alta velocidad: “Hacemos estas pruebas internamente. Viniendo de la industria aeroespacial, tenemos un área de pruebas muy intensa, que incluye bancos de pruebas físicas y pruebas de ciclo de vida. Probamos todas nuestras piezas internamente por personas certificadas según un estándar aeroespacial”, explica.

CP ha fabricado 70 halos; a finales de marzo serán 100

El Halo está fabricado a partir de cinco partes diferentes. El medio anillo de la parte superior está hecho de dos cuartos del círculo. Luego están las dos piezas de los extremos que se unen a la parte posterior del coche y el pilar central frente al piloto. El proceso de soldadura se realiza en una cámara hermética para evitar el contacto con otros materiales. Posteriormente, se envía a un test de impacto, incluyendo rayos X y pruebas de grietas.

"Ha sido difícil reunir toda la tecnología de producción en una parte así. He estado en este negocio durante casi 20 años y nunca había experimentado una filosofía de puertas abiertas de los equipos. Cualquier pregunta que tuviéramos, con el experto con el que necesitáramos hablar, estaríamos conectados. Cada puerta ha estado abierta”, comenta Zacharias.

Hasta ahora, CP ha fabricado 70 halos, aunque se espera que a finales de marzo la cifra ascienda hasta el centenar de unidades; no olvidemos que la empresa no solo suministra a la Fórmula 1, sino que también enviará este dispositivo a la Fórmula 2 y Fórmula E.

"Tenemos 200 personas trabajando aquí y generalmente producimos piezas para los coches. Entonces, para poder mostrar una parte física que sea más visible para el público, nuestros empleados pueden decir: 'esto es en lo que hemos estado trabajando'. Eso realmente nos enorgullece”, concluye.