El comienzo de la relación entre Red Bull y Honda ha sido prometedor en las primeras carreras de la temporada. Max Verstappen consiguió el primer podio para el motorista japonés en la era híbrida en una prueba donde fue capaz de superar a los dos Ferrari. Aunque la estructura austriaca estuvo más lejos de la pelea en Bahréin, el neerlandés se quedó a las puertas de subir al podio.

Red Bull optó por cambiar a unidades de potencia de Honda tras varios años de tensión con Renault, que no estuvo a la altura de las exigencias de la escudería de las bebidas energéticas. Desde el momento en el que el RB15 se puso en pista, no ha habido más que halagos hacia Honda por parte de diversas figuras de Red Bull, entre las que se incluye Adrian Newey.

“Honda es todo un soplo de aire fresco. Son una gente genial con la que trabajar, son muy directos y muy bien organizados. Tener esta nueva relación con ellos ha motivado a todo el equipo. Siempre ofrecen lo que prometen y no tenemos queja alguna. Aún no están al nivel de Mercedes y Ferrari, pero tengo confianza en que llegarán muy rápidamente”, declaró el director técnico en el podcast 'In The Pink'.

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Si bien el motor Honda ha sobrepasado las expectativas de Red Bull, el chasis ha dejado mucho que desear. Uno de los aspectos en los que el equipo austriaco ha destacado tradicionalmente se ha convertido en su principal debilidad esta temporada. En Red Bull están centrados en solucionar los problemas de chasis para así poder beneficiarse de todo el potencial de Honda.

“Seré brutalmente honesto: nuestro coche no es tan bueno como nos gustaría en este momento. Tenemos que arreglarlo por nuestra cuenta. Tenemos una buena relación con Honda y confiamos el uno en el otro para hacer el trabajo que le toca a cada uno. No vamos a empezar a tirarnos tierra. Culturalmente son muy diferentes, pero siempre que se respete las cosas irán bien”, comentó Newey.