El cambio de normativa de la FIA para 2021 parece un sueño que se quedará sin hacerse realidad. La falta de interés por parte de nuevos motoristas hace que los equipos actuales se echen hacia atrás a la hora de realizar cambios.

Gerhard Berger, piloto en la década de los 80 y los 90, comprende la postura de los equipos más fuertes de la parrilla sobre no realizar ningún cambio.

“Lo peor para mi sería no tomar decisiones. Entiendo la posición de los grandes fabricantes sobre los motores, porque no están equivocados cuando dicen ‘Si no viene un nuevo fabricante, ¿por qué cambiar algo? Solo cuesta dinero’. Por eso no puede haber acuerdo”, opina el austríaco.

Aun así, no está de acuerdo con estas decisiones y cree hay más de un factor que puede cambiar para alterar el rumbo de la actual Fórmula 1.

“Primero, tienen mucho peso. Segundo, debería haber una tecnología que puedan dominar y pagar más de dos o tres equipos. En tercer lugar, la tecnología no debería ser un factor decisivo y, en cuarto, el piloto debe poder ganar con un automóvil que esté por encima de la media”, explica.

Berger asegura que las reuniones de los equipos no van a llegar a nada, no tomarán ningún acuerdo. Para que finalmente haya un cambio, la Fórmula 1 debería ser lo más parecido a una dictadura.

“Estas reuniones interminables en Ginebra y París o donde sea, no van a ninguna parte. La Fórmula 1 no puede ser democrática. Se necesita una dictadura con una o dos personas que decidan por donde vamos. En este caso, Chase Carey como nuevo propietario y Jean Todt como presidente de la FIA”, concluye.