Entre los años 2010 y 2014, Sam Bird trabajó como probador para Mercedes, junto a pilotos como Michael Schumacher, Lewis Hamilton y Nico Rosberg. De todos estos hombres, al que más destaca es al heptacampeón del mundo.

"Es el más grande que jamás he visto nunca y tuve la suerte de trabajar con él", señala Bird para el diario argentino de deportes Ole.

Estas declaraciones llegan desde la ciudad de Buenos Aires, lugar en el que Sam ganó la última carrera de la Fórmula E, lo que supone su tercera victoria en la categoría. El británico se sincera y comparte la razón por la que no continuó en Fórmula 1.

"¿Por qué? Muy simple: no tenía un cheque de 20 millones de euros. En su lugar, ahora me pagan por estar en la Fórmula E", concluye.