El quinto día de test de pretemporada de Fórmula 1 fue una jornada complicada para los equipos clientes de Renault. McLaren y Red Bull sufrieron problemas técnicos que les hicieron perder tiempo en pista, una situación que no es ideal después de la falta de rodaje de la pasada semana debido a las condiciones meteorológicas adversas. A pesar de estos fallos, el fabricante francés mantiene la calma antes del comienzo de la temporada en Australia.

“No creemos que los problemas estén relacionados con la instalación de la batería. Esos fallos podrían afectar a cualquiera de los tres equipos. Es un problema para nosotros, pero hacemos estos test para encontrar los componentes que tienen problemas para poder ir a Melbourne con un conjunto de baterías en el que podemos confiar”, explicó Bob Bell.

“Nosotros no hemos tenido problemas, pero antes de ir a Melbourne estamos intentado estrenar todos los sistemas de baterías para asegurarnos de que lo que tenemos en los Grandes Premios funciona correctamente. No es raro que nos encontremos con baterías que no queramos llevar a las careras. Por eso hacemos los test. Las rotamos entre los equipos cliente y nosotros para asegurarnos de que todo se prueba”, añadió el director técnico de Renault.

La reducción del límite de motores de cuatro unidades de potencia a tres para esta temporada supone una preocupación para los suministradores, especialmente en el caso de Renault tras la fragilidad mostrada hasta el momento. Aun así, Bell insiste en que el objetivo es evitar las penalizaciones en parrilla y mantenerse dentro del número de propulsores permitidos a lo largo del año.

“Como competidores, no nos gustan las penalizaciones, pero las reglas son así y debemos acatarlas. Tenemos que diseñar el coche en función de esas normas. En Renault haremos lo posible para mantenernos dentro del límite de tres motores durante la temporada. Es importante que para Melbourne sepamos cómo funciona todo y qué problemas pueden aparecer para estar listos”, comentó Bell.