La capacidad de Romain Grosjean para unir su indudable velocidad con un estilo más controlado se puso en duda una vez más en el transcurso del fin de semana en Montecarlo después de que en dos ocasiones se estrellara contra las barreras en la práctica antes de chocar con la parte posterior del Toro Rosso de Daniel Ricciardo en la frenada de la chicane junto al puerto durante la carrera del domingo.

Este último incidente le costó al francés una penalización de diez posiciones de caa al Gran Premio de Canadá y una serie adicional de críticas, con Ricciardo etiquetando el incidente de "muy peligroso".

Pero Boullier, como jefe de equipo y gerente de Grosjean, dice que se sentará con el piloto de 27 años de edad, para evaluar qué ha ido mal en su fin de semana, y el piloto francés simplemente se sentía frustrado por no haber podido sacar provecho de lo que había sido fuerte ritmo en el circuito urbano, sobre todo después de sentir que Ricciardo había arruinado su intento de entrar en Q3 el sábado.

Al preguntarle qué va a hacer Lotus con Grosjean, Boullier respondió: "Mantener el ritmo y asegurarnos de que está de nuevo bajo control como si fuera al principio de la temporada"

"[Vamos a] sentarnos con él y vamos a analizar el fin de semana. Siempre es la misma historia, sobre todo en Mónaco. Tenía el ritmo, podíamos verlo. Es aún más frustrante por eso. El accidente del jueves no ayudó pero sucede. El resto de la historia fue peor en la mañana del sábado. Creo que la construcción de su frustración fue Ricciardo, que no le permitió completar la Q2 como debería haber hecho, y [estar en] la 13 ª posición sólo termina el frustración", continuó Boullier. "Creo que sólo tenemos que calmarlo y tener una discusión adecuada cuando estemos de vuelta en la fábrica”.

El futuro de Grosjean con el equipo de Enstone ya estuvo en duda al final de la temporada pasada, después de una serie de colisiones en los primeros compases de muchas carreras que habían dado lugar, en última instancia, a una prohibición de una carrera en el Gran Premio de Italia.

El francés, que admitió durante el invierno que tenía algunas sesiones con un psicólogo deportivo, hasta entonces había experimentado un comienzo en gran parte sin incidentes de 2013 y Boullier cree que es sólo cuestión de que el que fuese campeón de las GP2 Series controle sus emociones.

"No es una preocupación", insistió. "Hizo un gran trabajo durante el invierno y mira todos los problemas que tuvo el año pasado, yo creo que es sólo frustración. A veces sabe que puede ser rápido y solo tiene que convencerse a sí mismo, decir que es rápido y así lograr grandes resultados. Lo hizo en Bahrein, él estaba en posición de hacerlo en Barcelona, ​​por lo que no tiene que perder el impulso y asegurarse de que ha vuelto a la pista con una expectativa real".

Los incidentes de Mónaco, sin embargo, reavivaron la especulación acerca de la posición del francés en el equipo. Se le preguntó si había considerado dejar el asiento de Grosjean al piloto reserva de Lotus, campeón de la GP2, Davide Valsecchi.

Boullier se rió antes de decir, consciente del temperamento de Grosjean y de que lo de Mónaco podría repetirse: "Todavía no".