Una nueva McLaren ha nacido este 2018, fruto de una unión inédita en la extensa historia de la Fórmula 1, la del fabricante británico con uno de los motoristas más exitosos de la competición; Renault.

McLaren intenta dejar atrás una negra etapa de tres años, sin resultados, sin competitividad y con mucha frustración acumulada. Los test de pretemporada arrojaron un resultado desconcertante, con más problemas de fiabilidad de los esperados. Problemas, que Eric Boullier confía en haber resuelto gracias al trabajo de McLaren en fábrica.

“No tuvimos la fiabilidad que esperábamos en los test de invierno, pero todos los problemas a los que nos enfrentamos los hemos solucionado en la fábrica. Hay una enorme cantidad de trabajo detrás de cada sección para asegurarnos de no dejar nada sin explorar en nuestra misión de extraer el máximo ritmo que nos dará nuestro pack en esta primera carrera”, aseguró el responsable de McLaren.

Nuevo año, nueva temporada, y todos empezando de cero, con oportunidades y esperanza, mucha esperanza. “Nueva temporada y nuevo capítulo para McLaren en 2018. Con el intenso desarrollo de nuestro equipo en los últimos seis meses, me llena de emoción y orgullo ver cómo todo se combina y el nuevo McLaren Renault MCL33 llega a la pista en Melbourne”.

Y es que si en algo parecen coincidir todo el paddock, es en el ambiente especial que se respira en esta primera cita del año, y donde la ciudad de Melbourne tiene gran parte de culpa. “Melbourne es un lugar al que todo el equipo le encanta venir para dar inicio a una nueva temporada. Es una ciudad vibrante, los aficionados son increíblemente entusiastas y existe ese sentimiento palpable de ‘vuelta al cole’, donde nadie sabe realmente dónde está cada uno hasta que las luces se apaguen el domingo. No esperamos que los milagros funcionen de la noche a la mañana, ni mucho menos, pero lo que sí sabemos es que lo daremos todo este fin de semana., concluye Boullier.