Con el banderazo a cuadros de Abu Dhabi, la Fórmula 1 entró en una nueva era. El nuevo logotipo de la categoría fue desvelado durante la ceremonia del podio, reemplazando así al anterior diseño, el cual ya se había instaurado profundamente en la imagen del deporte y sentir de los aficionados. Es por ello por lo que tantas opiniones negativas han atacado a la decisión tomada por Liberty Media, pero desde el gobierno defienden un cambio que, dicen, “era necesario”.

"Estos son cambios difíciles, como en cualquier momento en que se cambia una marca corporativa, y particularmente en una marca tan pasional", asegura Sean Bratches, director comercial de de la F1, a Motorsport.com.

"La marca titular ha existido durante décadas y ha servido bien al deporte. Pero no hemos decidido esto alegremente, y lo hemos pensado mucho. Era una de las cosas que queríamos ver. Desde mi punto de vista, el viejo logotipo estaba anticuado, parecía no reflejar donde el deporte podría ir", añade.

"Demostraremos que esta marca prosperará"

De mismo modo que Bratches defiende con firmeza el nuevo logo, también comprende las quejas de gran parte de los aficionados; incluso de pilotos como Lewis Hamilton o Sebastian Vettel.

"La gente tiene una opinión. Y es bueno que la gente tenga una opinión porque les importa. Y, como cuidadores de este deporte y marca, lo sentimos con mucha fuerza. Y finalmente demostraremos al mercado que esta marca sobrevivirá y prosperará", apunta.

"Entendemos en cualquier cambio de logotipo, ya sea una pequeña modificación o al por mayor, las personas van a tener una opinión variada. Y eso es bueno para el deporte. Todos tienen una opinión en F1. No pensé que nos fuéramos indemnes de esto", concluye.