Las penalizaciones en parrilla por sobrepasar el límite de elementos permitidos en los motores han alcanzado un nivel absurdo esta temporada. A lo largo de la presente campaña, se han repartido sanciones que equivalen a un total de 730 posiciones en la parrilla de salida. El mayor perjudicado ha sido el tándem McLaren-Honda, pero los coches motorizados por Renault también han recibido una gran cantidad de penalizaciones.

El límite actual en el número de unidades de potencia que los pilotos pueden utilizar durante la temporada está en cuatro motores y el año que viene esta cantidad se reducirá a tres unidades, por lo que es posible que el número de sanciones aumente si se mantiene la tendencia. En este sentido, Ross Brawn cree que la introducción de unos motores más baratos en 2021 hará que un límite de este tipo no sea necesario.

“Lo que creo que deberíamos intentar conseguir con los nuevos motores es una construcción que sea económica para poder cambiar lo que quieras. Si perseguimos un diseño diferente de turbo homologado que cueste unos 2.000 o 3.000 dólares, ¿por qué deberíamos preocuparnos por limitar el número de elementos que usas? Cuando el turbo es caro y complicado como lo es ahora, existen limitaciones”, explicó Brawn a Autosport.

El director deportivo de la Fórmula 1 no considera que sea necesario estar en la cúspide de la tecnología para atraer a fabricantes. De hecho, Brawn señala que esa postura no le ha funcionado a la categoría LMP1 del WEC. “Los 'sportscar' tienen su seguimiento, pero incluso en un entorno donde los fans no eran lo más importante, la fórmula falló. En este entorno, donde los aficionados deberían ser lo más importante, no nos podemos permitir ese tipo de fracaso. Muy poca gente puede permitirse esta tecnología”, apuntó.