Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los equipos de Fórmula 1 en la actualidad es a la gestión de los recursos. Cada escudería debe medir muy bien sus inversiones en una temporada, sabiendo que también tendrán que destinar recursos de cara al año siguiente. Por tanto, los equipos deben extremar las precauciones y no invertir demasiado en una única campaña porque a la siguiente pueden pasarlo realmente mal durante todo el año. Un problema de este tipo han vivido en Caterham los últimos dos años.

Y es que el jefe de equipo, Cyril Abiteboul, ha admitido a Autosport que los esfuerzos de 2012 del equipo -cambiar de sede, seguir luchando en el Mundial, entre otros- habían dejado incapaz a la escudería de preparar un nuevo monoplaza adecuado para este año.“Comenzó el año pasado (2012) cuando el equipo perseguía algún tipo de estrategia técnica que yo sinceramente creo que no podíamos permitirnos, en términos de sofisticación, en términos de comprensión de determinados procesos etcétera”, dijo el francés a la publicación británica. Y añadía: “El problema es que no sólo perseguimos eso, sino que lo perseguimos durante un tiempo. Así que para nosotros fue un golpe para el año pasado y este año”.

Abiteboul está seguro de una de las causas de esos problemas: el túnel de viento y la necesidad de destinar a él bastantes esfuerzos. De ahí que el rendimiento del monoplaza haya sido tan bajo en 2013: “También el año pasado cambiamos de fábrica, lo que significa poner fin a todo lo que estábamos haciendo. También invertimos más en el túnel de viento, porque teníamos un túnel de viento que no era capaz de producir una salida de aire y todavía lo estábamos desarrollando. El año pasado no fue fantástico, nadie recordará el coche de Caterham del año pasado, y usarlo durante dos años... puedes ver el resultado”.

Respecto a esta temporada, el jefe de equipo de Caterham pensaba que la escudería estaba segura de sus posibilidades de vencer a Marussia, formación que se ha asegurado la décima posición gracias a la 13ª plaza de Jules Bianchi en el Gran Premio de Malasia.“Tal vez ingenuamente pensábamos que teníamos tiempo suficiente después de la carrera de Malasia para recuperar el 10º lugar”, afirmaba.

Pero, sin duda, uno de los mayores problemas que observa el jefe de equipo es la monotonía de la competición. El francés asiste con resignación a las constantes victorias de los de arriba y afirma que, en este año, el campeón se supo a la tercera carrera:“A pesar de que es una temporada larga, es una larga temporada en la que las personas han sido fiables, no ha habido carreras divertidas, ya no hay magia en el deporte de motor. El campeonato se decidió en la tercera carrera, que fue un poco extraño. Pero así es la vida”, finalizó.