Días después del suceso, aún sigue coleando la sanción impuesta sobre Sebastian Vettel durante el Gran Premio de Francia, no tanto por lo merecido de la misma, sino más bien por si ésta estaba en concordancia o no, con lo ocurrido.

El piloto alemán de Ferrari cometió un error en la primera frenada, llevándose puesto a Valtteri Bottas, y ocasionándole graves desperfectos en su Mercedes. Poco después, con el alerón roto, Vettel intentó aguantar la posición con un Haas, impactándole ligeramente por detrás. Tras esto, dirección de carrera le impuso una sanción de cinco segundos de tiempo añadido, algo que para muchos aficionados y especialmente para rivales, no era una sanción a la altura de lo acontecido.

Todavía con la sombra del lamentable episodio ocurrido durante 2017 en Bakú, y ese miedo a imponer una sanción que acabe con la emoción de la lucha por el campeonato, lo de Francia parecía una reedición, con la más suave de las sanciones posibles. Charlie Whiting corrió a justificar este penalti, diciendo que estaba en concordancia con las sanciones aplicadas durante el año.

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Sin embargo, Whiting no dice la verdad, como se puede comprobar fácilmente. En Bahréin, Brendon Hartley fue sancionado por un contacto con Sergio Pérez. La sanción fue de 10 segundos. Misma sanción que la que se otorgó a Max Verstappen en China, cuando erró en un intento de adelantamiento e impactó contra Vettel, que sufrió un trompo. También en esa misma prueba, Gasly tuvo los mismo 10 segundos por un extraño accidente con su compañero de equipo.

En Bakú, una tan inexplicable como temeraria maniobra de Magnussen contra Gasly le costó 10 segundos de tiempo añadido. Igual para Marcus Ericsson por un toque con Magnussen en las primeras vueltas de ese Gran Premio.

Hubo que llegar a este Gran Premio de Francia y cambiar el protagonista de la sanción, para que Whiting y su equipo de comisarios cambiara el criterio a la hora de sancionar, sustituyendo los 10 segundos por solo 5. Algo que realmente no hubiera cambiado nada en los resultados de carrera, pero que no deja de indignar por el doble rasero que por enésima vez vuelven a mostrar los comisarios según el protagonista. Y más triste aún, esa defensa faltando a la verdad frente a todos los espectadores.