La situación de Williams ha alcanzado un punto crítico esta temporada. Tras años siguiendo una tendencia descendente, esta campaña el equipo de Grove es claramente el último de la parrilla tras haber sumado solo cuatro puntos en las primeras carreras gracias al octavo puesto de Lance Stroll en el caótico Gran Premio de Azerbaiyán, un escenario muy poco agradable para una de las estructuras icónicas de la Fórmula 1.

El FW41 es un monoplaza monstruoso de pilotar debido a grandes problemas relacionados con la aerodinámica que no tienen solución fácil, por lo que esta preocupante situación puede alargarse hasta el final de la temporada. Claire Williams admite que este desastroso rendimiento por parte del equipo ha sido toda una sorpresa, ya que no predecían que se encontrarían con tantas dificultades.

“Si alguien me hubiera dicho la pasada temporada que íbamos a tener que pasar por lo que estamos pasando, me hubiera horrorizado. Nunca lo vimos venir. Claramente, ha sido un golpe enorme. Es incluso doloroso. Es mi equipo y es muy personal para mí. Siempre he dicho que el equipo es como un hermano. Me preocupo mucho por él y todo lo que hago es intentar nutrirlo”, declaró la directora de Williams en una entrevista con The New York Times.

La incapacidad de Williams de encontrar explicaciones a sus numerosos problemas no hace más que entorpecer el proceso de recuperación de la estructura. “En este momento, todo lo que llega es como un fuerte revés, sobre todo cuando estamos al final de tres carreras consecutivas y sabemos que la siguiente va a ser tan mala como la anterior. Pero hay que mantener la fe y seguir trabajando”, comentó Williams.