En los últimos días, la situación de Force India se ha vuelto más delicada. Sin los recursos necesarios para hacer frente a los gastos que supone la Fórmula 1, el equipo podría desaparecer al final de este curso. El plan de los directivos era vender el equipo antes de entrar en concurso de acreedores, pero tanto BWT como Mercedes y Sergio Pérez denunciaron a la escudería por impago.
El piloto ya explicó el motivo de su posicionamiento en cuanto a la situación que vive su equipo, señalando que lo que busca es acelerar el proceso y encontrar un comprador cuanto antes.
El problema actual es que, si llega un nuevo comprador para el equipo con sede en Silverstone, este podría ser catalogado como equipo nuevo o como continuación de Force India y que mantenga sus derechos obtenidos a lo largo de estos 10 años. Para ello, se necesita el apoyo de los equipos actuales. Pero son tres los que se oponen a esta situación: Renault, Williams y McLaren.
Sin el apoyo de las escuderías, algo que buscó Chase Carey durante el Gran Premio de Hungría, Force India, o el nombre que reciba el equipo tras el nuevo comprador, perdería todos los beneficios conseguidos durante estos años, lo que significaría una pérdida de 150 millones de dórales. También significaría el cierre de la fábrica y más de 400 trabajadores se quedarían sin trabajo.
Sin el apoyo de todos los equipos, la continuidad de Force India en la Fórmula 1 parece cada vez más complicada y, sin la llegada de un nuevo equipo, la parilla se vería disminuida. Es posible que tanto McLaren como Renault y Williams no apoyen la continuidad del equipo indio para evitar tener un rival extra la próxima temporada o tal vez utilizar el voto para poner hacer otras negociaciones. Lo que queda claro es que el futuro de la escudería rosa, está un poco negro.
