Parecía que el Gran Premio de Austria sería un paseo triunfal de Mercedes. Nada más lejos de la realidad, los dos coches alemanes terminaron fuera de carrera en una prueba en la que Max Verstappen se alzó victorioso en casa de Red Bull. También abandonó su compañero Daniel Ricciardo. Los dos Ferrari apretaron hasta e final para copar las dos últimas plazas del podio. Los neumáticos fueron un factor clave en una jornada en la que Fernando Alonso volvió a dar una lección de pilotaje al terminar octavo tras salir desde el pit lane. Carlos Sainz terminó 12º.
No salió nada bien Valtteri Bottas. El finés perdió la primera posición y cayó hasta la carta en la primera curva. Hamilton era era el nuevo líder, por delante de Räikkönen y Verstappen, quien protagonizaron una gran salida. Aun así, en la curva curva cuatro, Bottas se quitaría de encima a Räikkönen y Verstappen de una sola vez; espectacular maniobra del piloto de Mercedes.
Por detrás, Sainz caía a la décimo segunda posición y Vandoorne entraba en boxes tras tocarse en la curva tres y dañar su alerón delantero. Los dos Mercedes al frente y comenzaban a abrir hueco respecto a sus perseguidores.
Los problemas llegaron a partir de la vuelta 12. Barbacoa en el coche de Nico Hülkenberg. El motor del alemán dijo bastante en plena recta de meta; malas noticias para el motorista francés. Tres vueltas después, el turno sería para Valtteri Bottas. El piloto finés aparcaba su Mercedes por un problema hidráulico. Muy mala suerte para Valtteri, quien estaba protagonizando su mejor fin de semana del año.
Virtual Safety Car en pista y cabeza de carrera, a excepción de Hamilton, aprovechaban para hacer sus paradas en boxes. Hamilton se metía en un lío, pues no entraba y la sangría de tiempo para hacer su pit stop le relegaría lejos del liderato.
Mercedes optó por parar a Hamilton en la vuelta 25, con el objetivo de asegurar la posición entre los dos Ferrari. El británico salió justo por delante de Vettel y ahora debería ‘pegarse’ con ellos en la pista si quería volver a posiciones de podio. Los Red Bull tenían un 1-2 en su mano, con Versttapen líder y Ricciardo, segundo.
Las ampollas en los neumáticos de Ricciardo estaban destrozando la carrera del australiano. Räikkönen olía sangre y presionaba al Red Bull para devolverle el adelantamiento en el mismo punto donde había sucedido lo contrario vueltas atrás. El finés ya era segundo. Ricciardo paraba en boxes por segunda vez en la vuelta 38. A su vez, Vettel adelantaba a Hamilton en la curva tres, quien se quejaba del ritmo de su monoplaza. También tenía problemas Carlos Sainz con sus neumáticos, quien se vio obligado a parar de nuevo.
El infortunio se cebó con Ricciardo en la vuelta 54. El de Red Bull tuvo que abandonar por un problema mecánico y Brendon Hartley haría lo propio pocos minutos después. Hamilton marcaba vueltas rápidas, aunque le separaban 21 segundos de Max Verstappen. Los neumáticos del holandés parecía no dar problemas a poco más de diez vueltas para el final.
La última sorpresa saltó a pocas vueltas para el final. Hamilton también decía adiós a la carrera; problemas en la bomba de combustible. Con ese abandono, el británico vuelve a perder el liderato a favor de Sebastian Vettel. Por detrás, Alonso volvía a dejar al público con la boca a vierta; octavo tras salir desde el pit lane con el McLaren, simplemente increíble.
Verstappen cruzó la bandera a cuadros en primer lugar para el júbilo de los miles de aficionados holandeses desplazados al Red Bull Ring. Sensacional victoria del joven piloto, que ha aprovechado las circunstancias de carrera para ver la bandera a cuadros en primera posición. Räikkönen y Vettel no lograron llegar al holandés y fueron segundo y tercero. Destacable también la cuarta plaza de Romain Grosjean con el Haas y la novena de Charles Leclerc con el Sauber.
