La salida de Daniil Kvyat de Toro Rosso no ha supuesto un adiós definitivo a la Fórmula 1. El piloto ruso seguirá en la órbita de la cúspide del automovilismo a pesar de quedarse sin sitio en la estructura de Red Bull enrolado en las filas de Ferrari. La Scuderia ha anunciado el fichaje de Kvyat como piloto de desarrollo de la estructura italiana, siendo el trabajo en el simulador y pruebas de neumáticos las principales tareas que tendrá que realizar.

Pilotos como Jean-Eric Vergne y Esteban Gutiérrez siguieron el mismo camino que el ruso cuando perdieron su asiento en sus respectivos equipos con la esperanza de obtener una oportunidad para mantenerse en la Fórmula 1. Charles Leclerc y Antonio Giovinazzi eran los encargados de rodar en el simulador de Ferrari durante la pasada temporada, pero el desembarco de ambos en Sauber ha permitido a Kvyat hacerse un hueco en la Scuderia.

De esta forma, Ferrari se hace con los servicios de un piloto con experiencia que puede facilitar información interesante al haber trabajado con motores Renault y conocer los entresijos de Red Bull, una dupla que podría convertirse en una seria amenaza para el equipo italiano tras su prometedor final de la temporada 2017. Aun así, es poco probable que Kvyat vaya a subirse al monoplaza de la Scuderia en sesiones oficiales.

Igualmente, este movimiento será determinante para aumentar la moral de Kvyat. El ruso no fue capaz de recuperarse del golpe que le supuso ser reemplazado por Max Verstappen en Red Bull y volver a Toro Rosso, cometiendo varios errores principalmente en las salidas. La estructura de las bebidas energéticas perdió la paciencia y prefirió prescindir de él para hacer hueco a Pierre Gasly y Brendon Hartley en la escudería de Faenza. La confianza depositada por Ferrari podría devolver al mejor Kvyat, siempre y cuando consiga hacerse con un asiento titular en la parrilla en el futuro.