La trayectoria de Daniil Kvyat en Fórmula 1 es una de las más insólitas de los últimos años. El piloto ruso entró a la categoría de la mano de Toro Rosso en 2014 y sus resultados convencieron a Red Bull para ascenderle la temporada siguiente en sustitución de Sebastian Vettel, quien abandonó la estructura de las bebidas energéticas para dirigirse a Ferrari.

Kvyat tuvo una decente primera campaña con Red Bull, subiendo al podio en Hungría, pero el año siguiente fue muy diferente. A pesar de ser tercero el China, se vio involucrado en una serie de incidentes en las primeras carreras de la temporada que dieron a Red Bull la excusa perfecta para sustituirle por Max Verstappen en el Gran Premio de España. El ruso regresó a Toro Rosso y entró en una espiral de autodestrucción de la que no logró salir.

El rendimiento de Kvyat no fue el esperado y volvió a protagonizar varios accidentes en diferentes carreras durante el resto de la temporada y su mala racha continuó al año siguiente. Totalmente hundido, el ruso fue reemplazado por Pierre Gasly en Malasia y Japón. Volvió a subirse al Toro Rosso en Estados Unidos, pero finalmente perdió su asiento antes de terminar la campaña.

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Tras pasar un año como piloto de simulador de Ferrari y al quedarse Red Bull sin alternativas viables, la estructura optó por rescatar a Kvyat para volver a formar parte de Toro Rosso en 2019. No es nada habitual que un piloto tenga tantas oportunidades en Fórmula 1, sobre todo en una Red Bull especialmente exigente, por lo que esta es la última oportunidad de Kvyat para brillar. Así lo considera Nicolas Todt, manager del ruso.

“En Fórmula 1 es siempre muy difícil que el tren pase dos veces. A Kvyat no le resultó nada fácil ser relegado de Red Bull a Toro Rosso para un año después quedarse fuera. Mientras, hizo autocrítica para entender lo que había pasado y trabajó bien en el simulador de Ferrari. Este regreso me recuerda a Felipe Massa en Sauber en 2004”, explicó a Autosprint.

“Dos años después, estaba en Ferrari con Michael Schumacher. No quiero soñar demasiado, pero Daniil tiene talento y es un atleta especial, que da espacio a su enriquecimiento cultural. Es una persona muy inteligente y analítica. Vuelve a la Fórmula 1 menos emocional y con mayor madurez. Está claro que tendrá que responder con resultados. Sabe lo preciada que es esta oportunidad ya que no habrá una tercera, añadió Todt.