Cambiarlo todo para dejarlo como estaba o el tan famoso giro de 360 grados. Tras varios años mareando la perdiz, decenas de expertos y consejeros han trabajado duramente y sin descanso para considerar que la mejor forma de mejorar el acceso a la Fórmula 1 vía fórmulas de promoción es sin duda alguna un cambio de nombre.

Así pues, la GP2 Series, el campeonato creado por Bruno Michel con el beneplácito de Bernie Ecclestone pasará a llamarse FIA Fórmula 2, un nombre usado en multitud de ocasiones y cuya última edición supuso una gran inyección económica tanto para Williams, el constructor, como para la familia Palmer, un dinero que bien le ha valido al bueno de Jolyon para llegar a la Fórmula 1.

Tras morir este campeonato y tras varios intentos de resucitarlo, incluyendo cuestionables y altamente injustas maniobras de la FIA, que otorgó más puntos de superlicencia a un campeonato que ni siquiera existía mientras ahogaba a otras fórmulas de promoción clásicas como las World Series u otorgaba puntos irrisorios al mundial de resistencia o a la Indycar, finalmente se ha decidido por matar a la GP2, campeonato que consiguió su éxito al margen de la FIA para tener su ansiado campeonato Fórmula 2, ahora sí, con la coletilla de FIA.

En cuanto al resto, todo sigue igual. No habrá cambio de vehículos, no habrá cambios en los equipos ni en la estructura de las carreras. El campeonato sigue teniendo los mismos problemas para encontrar pilotos que puedan pagar los altos precios necesarios para cubrir los costes de toda una temporada con viajes entre Bahréin, Arzebaijan, España e Inglaterra que tenía con el nombre de GP2, pero ahora, todo va acompañado por un bonito nombre que sin duda es el primer paso para una nueva fructífera era.