Problemas de fiabilidad es un término que se ha asociado especialmente a Honda durante las últimas tres temporadas, pero lo cierto es que Renault no se queda atrás en cuanto a fragilidad de sus motores. El suministrador francés sufrió con las unidades de la nueva era V6 turbo desde el primer momento y parece que todavía no han podido encontrar una solución definitiva a los fallos mecánicos que han ido apareciendo, siendo el Gran Premio de México un gran ejemplo de ello.

Uno de los principales damnificados por problemas en el motor fue Pierre Gasly. El piloto francés sufrió varios problemas durante los entrenamientos que le impidieron participar en la sesión de clasificación. De esta forma, Gasly llegaba a la carrera tras haber completado apenas 10 vueltas durante el viernes y el sábado, además de contar con sanciones en parrilla.

Al final, la fortuna le sonrió algo más a Gasly el domingo y fue uno de los dos pilotos con coches motorizados por Renault que terminó la carrera. Su compañero en Toro Rosso, Brendon Hartley, tampoco fue ajeno a los problemas. El neozelandés tuvo un rodaje limitado en el primer libre por un fallo hidráulico y su pase a la Q2 en clasificación se vio lastrado por un problema de motor que le envió a la parte baja de la parrilla por penalizaciones. A pesar de reemplazar varios elementos, la unidad de Hartley volvió a fallar en carrera y tuvo que retirarse de la prueba.

Después de una decepcionante clasificación, Red Bull decidió cambiar algunas piezas del motor de Ricciardo, por lo que también se vio obligado a salir en la parte baja de la parrilla. La carrera del australiano terminó en los primeros giros, cuando tuvo que entrar a boxes por un fallo en el turbo de su unidad, el mismo problema que sufrieron los Toro Rosso durante la jornada del sábado. Sin más recambios disponibles dentro del límite de cuatro elementos, es casi seguro que Ricciardo recibirá otra sanción en Brasil.

La situación no fue mejor en el equipo de fábrica de Renault. Hulkenberg se vio obligado a aparcar su monoplaza en pista debido a un problema en el ERS que dejó sin potencia al motor. Sainz realizó una temprana parada por un posible fallo en su unidad, pero el madrileño aguantó en pista hasta que el equipo decidió retirar el coche por precaución a falta de 12 vueltas.

Sin duda alguna, el fin de semana de México ha sido un auténtico calvario para Renault a pesar de la victoria de Max Verstappen, quien también ha sufrido fallos similares a lo largo de la temporada. De los cinco abandonos que hubo en carrera, cuatro de ellos fueron causa de problemas en las unidades de potencia de coches suministrados por el fabricante francés. La fiabilidad sigue siendo una tarea pendiente para la marca y McLaren estará muy pendiente de las evoluciones de cara a 2018.