Michael Schumacher y Fernando Alonso coincidieron muy poco tiempo en la pista bajo prestaciones similares, aunque fue suficiente para vivir varios años de excelente exigencia y rivalidad. En 2006, ambos pilotos se enfrentaron directamente por el campeonato. El español salió victorioso con un Mundial que tuvo más valor al ser el Renault ligeramente inferior al Ferrari.

Más allá de los campeonatos, en la retina queda su batalla más feroz sobre el asfalto, durante el Gran Premio de San Marino. El bicampeón aguantó los ataques del siete veces campeón del mundo durante más de diez vueltas. Más de una década después, ambos son leyendas del deporte y, por ello, queda la duda de quién hubiese sido mejor con el mismo monoplaza. Al ex director de equipo de Ferrari, Stefano Domenicali, le hubiese encantado comprobarlo.

“Diría, como siempre, que por números destaco a Michael, pero Fernando, no hay que olvidar que pudo ganar y acercarse a tener éxito también con Ferrari”, aseguró el italiano en el podcast oficial de la F1. “Desde mi punto de vista, lo primero de todo es que Michael ha terminado su carrera y Fernando aún no, así que vamos a ver si puede ganar la llamada Triple Corona. Espero que pueda hacerlo, pero seguro que habría estado bien verlos competir con el mismo coche para ver quién era el mejor”, continúa.

Por otro lado, Domenicali recuerda el momento del aterrizaje de Schumacher en Ferrari y como, desde el principio, demostró que era un fuera de serie. "Cuando Michael llegó, ya era genial e increíble como piloto. Comprendes inmediatamente lo diferente que era de los demás en cuanto a la forma de trabajar y, por supuesto, el talento. Era un poco frío al principio porque venía de una mentalidad diferente. La relación creció día a día”, concluye.