Diseñar una estrategia que requiera de la presencia del coche de seguridad no acostumbra a dar buenos resultados. Ya es complicado que este vehículo haga su aparición en pista, como para que además lo haga cuando más te conviene a ti.

Sin embargo, en Mercedes, sin mucho que perder y con el precedente cercano de la carrera de China, decidieron alargar y alargar la presencia en pista de Bottas, alentado por el nulo desgaste de unos neumáticos superblandos que podrían haber realizado toda la carrera sin mayor inconveniente.

Y la suerte sonrió al finlandés con el accidente entre los Red Bull que propició la salida del coche de seguridad, permitiéndole parar en boxes y montar neumático ultrablando sin perder la posición, ya que además el resto de rivales también pararon para montar el mismo tipo de goma, de nuevo, advertidos por lo ocurrido recientemente en China.

Con solo unas vueltas por delante para finalizar la prueba, Bottas estaba en una posición inmejorable para ganar su primera carrera de la temporada, la cuarta en Fórmula 1. Pero lo que la fortuna te da, la fortuna te quita, y lo hace de la forma más despiadada.

Valtteri Bottas pisó un imperceptible trozo de fibra de carbono, que le pinchó en neumático, desgarrando la banda de rodadura. Y aún puede dar gracias el finlandés de haber evitado un fuerte accidente. A menos de 17 kilómetros para acabar la carrera, 3 vueltas, el sueño del finlandés llegaba a su fin después de haberle puesto la miel en los labios, en la que sin duda es la forma más cruel de perder una carrera.

Resignado, Valtteri a final de la carrera solo comentaba que bebería unas cervezas para tratar de olvidar cuanto antes lo ocurrido.