Un nuevo Hamilton

El Lewis Hamilton de 2014 no es el mismo que el de 2008. Este piloto ha mejorado, madurado y crecido en todos los sentidos. Ya no es el niño mimado de la escudería al que se le permite todo, incluso errar. No es una opinión, no se lancen a nuestra yugular. Él mismo lo ha reconocido en varias ocasiones: ha mejorado su humildad y su capacidad de cálculo, al estilo Alain Prost, la calculadora motorizada, pensando no sólo en ganar una carrera, en el aquí y el ahora, sino a medio o largo plazo, en qué decisiones son mejores para las ambiciones reales: ganar ambos mundiales. Sin perder esa hambre de victorias, esa pasión que le hace marcarse adelantamientos imposibles, Lewis ha sabido encontrar ese equilibrio necesario para convertirse en uno de los grandes, no sólo en un desesperado y fogoso piloto que no mira por el retrovisor. Sus resultados así lo demuestran. Y este bicampeonato estaba claro que llegaría tarde o temprano.

El lugar de Hamilton en la historia

No hay mejor fin de fiesta para Lewis Hamilton que ver en primera línea los fuegos artificiales que pusieron punto final a la última carrera del mundial 2014. No había mejor butaca en el circuito de Yas Marina que su primera posición cruzando la línea de meta. Y no había mejor manera de corroborar su más que merecido título mundial que con una contundente victoria que se suma a las diez anteriores. El inglés es el primer piloto no alemán en conseguir tal cantidad de victorias en una misma temporada. Entre los ingleses, es el primer piloto en ganar más de un mundial después de que Jackie Stewart lograra los de 1969, 1971 y1973 (Jin Clark y Graham Hill ganaron sendos mundiales cada uno en los años 60). En la historia de la Fórmula 1, Hamilton es el decimosexto piloto en ganar más de un mundial. Para Mercedes también es motivo de satisfacción: la decimosexta victoria del equipo alemán este año les convierte en solitario en la escudería que más trofeos de ganador ha conseguido una misma temporada, al mejorar el récord anterior compartido entre McLaren (en 1988) y Ferrari (en 2002 y 2004).

Sueño de Lewis, pesadilla de Nico

La carrera, más bien aburrida, estuvo del lado de Hamilton desde la misma salida, cuando adelantó a un Nico Rosberg que no pudo arrancar apropiadamente, y vio cómo el mundial se le escapaba desde los primeros metros de la carrera, una carrera que para él poco a poco se iba apagando, como el sol en el horizonte. "No sé qué pasó en la salida", comentó el alemán tras la carrera. "Ahora tendremos que buscar cuál fue el problema". Pero no fue la única preocupación de Nico en la carrera, que vio cómo la potencia de su monoplaza le abandonó y su equipo intentó que entrara en boxes para que abandonara, algo a lo que se negó. "En esa situación uno no se rinde. Todavía quedaba esperanza, y sólo necesitaba terminar sexto si Lewis abandonaba. Así que uno intenta llevar el coche lo más suavemente posible por la pista, y al mismo tiempo lo más rápidamente posible que el coche permite. Luego, lentamente, a cada vuelta la esperanza se desvanecía; una situación muy difícil". Pero el orgullo de terminar la carrera con las botas puestas, o con el casco, mejor dicho, era más fuerte. Con todo perdido, el Mercedes renqueante de Nico cruzó la meta decimocuarto tras haber sido incluso doblado por su compañero de equipo y rival por el título, Lewis Hamilton. Un doblaje cuya imagen estaba cargada de significado para ambos, cada uno a su manera. El principio del fin para Nico comenzó cuando el ERS de su monoplaza falló: "Cuando eso ocurre, empieza a interferir con muchos otros sistemas, hasta que ya había problemas por todos lados".

Dos caras en Mercedes

La espinita de Rosberg fue no haber perdido dando batalla hasta el final. Al alemán le hubiera gustado perder en igualdad de condiciones, con un coche en su máxima potencia: "Me habría encantado luchar hasta la bandera de cuadros, desde luego. No haberlo podido hacer probablemente es mi mayor decepción. Quería presionarle hasta la última curva!" No fue posible, pero sí fue posible subir a la sala previa al podio, donde Rosberg quiso ser de los primeros en felicitar al flamante nuevo bicampeón mundial de Fórmula 1: "Le dije que se lo merecía. Fue una situación muy cordial. Ha hecho un trabajo un poco mejor que yo en las carreras. Ha sido el mejor piloto de la parrilla este año". Pese a la deportividad y al buen ambiente entre ambos compañeros de equipo y rivales, que tuvieron sus momentos más tensos tras el toque de Bélgica, Nico reconoce que ver cómo su equipo celebraba la victoria de Hamilton no fue un buen trago para él, pues él no era el protagonista: "Sí, fue un poco duro verlo", reconoce.

Un gran final para Williams

En Williams también estaban de fiesta. Y no es para menos: dos tercios del podio estaban ocupados por sus dos pilotos. Valteri Bottas logró cruzar segundo la meta, mientras Felipe Massa lo hacía en la tercera posición. Un doble podio para Williams que no lograban desde el Gran Premio de Mónaco de 2005. El sexto podio de Bottas en esta temporada le sitúa como el cuarto piloto este año con más podios, después de Hamilton, Rosberg y Daniel Ricciardo. Además, le permite adelantar al RBR de Sebastian Vettel y al Ferrari de Fernando Alonso en el mundial de constructores y terminar el año en una más que meritoria cuarta posición. Como escudería, Williams termina el año tercero, su mejor resultado desde que en 2003 terminara segundo.

Carrera de despedidas

La carrera de Abu Dhabi también fue una carrera de despedidas. Muchas parejas se han roto en una noche de relaciones que llegaron a su fin. Aunque todavía no se sabe si Jenson Button extenderá su ya larga relación con McLaren (es el quinto piloto que más carreras ha disputado para ellos, después de David Coulthard, Mika Häkkinen, Lewis Hamilton y Alain Prost), sí está confirmado que Alonso abandona Ferrari tras una relación de amor-odio que ha terminado por desesperar a un campeón encerrado en un coche que nunca estuvo a la altura de su talento. Y su asiento lo ocupará Sebastian Vettel, que abandona la escudería que le ha visto convertirse en una leyenda viva del automovilismo, Red Bull Racing. El alemán termina una decepcionante temporada sin triunfos, y se convierte en el primer campeón mundial vigente que no logra ninguna victoria desde Jacques Villeneuve en 1998. Su carrera, saliendo de boxes, estaba hipotecada desde el sábado después de que ambos RBR fueran descalificados por sus alerones demasiado flexibles. Su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, pudo remontar mejor y llegó a la meta a las puertas del podio, en la cuarta posición. Mercedes también se despide de McLaren después de diecinueve años de intensa relación, y se prepara para la llegada de Honda y (muy probablemente) Fernando Alonso. Curiosamente, en la primera temporada de McLaren-Mercedes, el apellido Magnussenya estaba presente como lo ha estado en la última de Abu Dabi; y es que en 1995 fue el padre de Kevin Magnussen, Jan, el que corrió para los coches plateados.

Ya empieza la espera

La parte triste de la carrera de Abu Dabi la firma Sauber, escudería que no ha logrado ningún punto esta temporada, algo que nunca había ocurrido desde que entraran en Fórmula 1 en 1993. Adrian Sutil y Esteban Gutiérrez terminan una temporada desastrosa, muy lejos incluso de Force India, que con su sexto y séptimo puestos terminan el año igual que lo empezaron: con sus dos coches puntuando. Lo peor, sin duda, son las ausencias de Marussia y, sobre todo, de Jules Bianchi, piloto que todos echaron de menos y que todos recordamos esperando que pueda recuperarse lo mejor posible de sus terribles lesiones de su accidente en Japón. Con su recuerdo, El Túnel se despide esta temporada de nuestros tradicionales resúmenes de las carreras, aunque seguiremos viajando al pasado para hacer más llevadera la espera del mundial 2015, una espera que ya ha comenzado y que en TheF1 llenaremos de toda la actualidad y novedades de una pretemporada que promete ser apasionante. Como este deporte.