El cambio tardío de Honda a Renault como motorista retrasó el desarrollo del monoplaza para 2018 del equipo McLaren. La escudería de Woking llegó a tener tres semanas de retraso con respecto al programa de producción establecido del coche de esta temporada, por lo que los trabajadores de la fábrica tuvieron que ponerse manos a la obra para compensar el tiempo perdido y tener el vehículo listo a tiempo para los test de pretemporada.

Después de un gran esfuerzo por parte de la estructura, Eric Boullier afirma que han logrado ponerse al día con su programa y que el monoplaza ya no sufre retrasos. “Cambiar de Honda a Renault no fue una carga, pero hizo falta un enfoque diferente porque el motor Renault tiene una configuración distinta. Esto nos obligó a rediseñar parte del coche. El turbo de Renault tiene un solo componente, mientras que Honda usa elementos en ambas partes de la unidad, lo que tiene un impacto en la distribución del peso”, explicó el jefe de equipo de McLaren a L’Equipe.

Boullier considera que la relación con Renault es más sencilla que con Honda gracias a la cultura común y a la desaparición de la barrera que suponía el idioma.Con Honda, aprendimos sobre las dificultades existentes en la comunicación con un idioma diferente y también una cultura distinta. No es solo traducir un mensaje para que llegue. La manera en la que se dice y cuándo se dice es igual de importante, sobre todo con los japoneses. Cuando tuvimos nuestra primera reunión técnica con Renault, insistí en estar ahí. No para controlar todo, sino para ayudar en caso de que no se entendiera algo. Había que romper del hielo y creo que todo el mundo en ambos lados está contento”, señaló.

"Ahora podemos recuperar unos hábitos que habíamos perdido"

McLaren confía en que Renault pueda ofrecer un motor competitivo tras los múltiples problemas que sufrieron con las unidades de Honda, pero la fiabilidad también ha sido uno de los puntos débiles del fabricante francés desde la llegada de los motores V6 Turbo. Boullier entiende que Renault haya decidido centrarse más en la durabilidad de las unidades durante el invierno aunque para ello tengan que sacrificar rendimiento.

“Es normal que Renault dé a la fiabilidad la mayor importancia, sobre todo con la introducción este año del nuevo límite de tres motores. Necesito esa fiabilidad. En los últimos tres años, a McLaren le han faltado datos sobre la degradación de los neumáticos, la refrigeración de los frenos y el consumo de gasolina. Ahora podemos recuperar unos hábitos que habíamos perdido. Por ejemplo, vamos a practicar las paradas otra vez, algo que habíamos descartado temporalmente para trabajar en el motor, manifestó Boullier.

A pesar de la esperanza que ha traído consigo el comienzo de la asociación con Renault, Boullier prefiere mantenerse cauto sobre las posibilidades de McLaren de regresar a posiciones delanteras de la parrilla e incluso de lograr un podio en 2018.Es demasiado temprano para hablar sobre eso. No estamos solos y no sabemos lo que nuestros rivales han estado haciendo durante el invierno. Veremos lo que pasa en Barcelona”, concluyó.