Marcus Ericsson ha calificado de "poco profesional" a su rival Romain Grosjean, tras el Gran Premio de China. Después de dos carreras de ensueño, las realizadas por el nuevo equipo Haas F1, el piloto francés ha tenido un fin de semana de pesadilla en Shanghái.

Grosjean calificó de "ridículas" las presiones de los neumáticos Pirelli, chocó contra Ericsson y luego se enfrentó a él. "Romain corrió hacia mí y me llamó todo tipo de cosas", ha señalado Ericsson, piloto de Sauber, en declaraciones para el diario sueco Aftonbladet.

"Dijo que yo era un idiota, que estaba ciego. Grosjean no se comportó como un adulto. Me gritó, le dije que se calmara, pero él no quería. En su lugar, fue y les dijo lo mismo a los periodistas. Creo que es inmaduro, poco profesional y una falta de respeto", ha confesado Ericsson.

"Probablemente estaba molesto por una mala carrera, pero es un poco extraño escuchar esto de un piloto al que suspendieron en 2012 por conducción peligrosa", ha apuntado Ericsson finalmente.