Aunque pueda no parecerlo, algo ha cambiado en Sauber. El equipo ha pasado de ser sistemáticamente el farolillo rojo de la Fórmula 1 a luchar con los equipos de la parte de atrás, que aunque en resultados dé la impresión de que todo sigue igual, si supone un cambio significativo, especialmente en la moral de los pilotos, como así lo atestigua Marcus Ericsson.

“Estuve peleando, corría, era más rápido que Williams… tuve un buen comienzo, estaba atacando vehículos de mi alrededor y ha pasado mucho tiempo de que estuvimos en esta posición, así que ha sido muy divertido y prometedor. Ha sido una lástima que haya terminado tan rápidos.”, declaró el sueco en palabras recogidas por la propia Fórmula 1.

“Definitivamente ha sido frustrante, pero así es como sucede a veces, no hay mucho que podamos hacer. Pero fueron unas pocas vueltas prometedoras.”, dijo Marcus, puntualizando que habían sido las mejores seis vueltas de los últimos dos años.

Trabajamos duro toda la noche después del viernes. Estábamos frustrados y decepcionados por dónde estábamos el viernes, y tanto aquí en la pista como en la fábrica trabajaron muy duro para tratar de entender y analizar por qué. Hicimos algunos cambios en el automóvil, bastantes cambios, para dar un giro que realmente ayudó mucho a nuestro rendimiento. Era un auto diferente al que condujimos el sábado.”

En clasificación, creo que sin el tráfico de Gasly en el segundo sector, habríamos estado en Q2, así que creo que realmente tuvimos un buen auto durante el resto del fin de semana, lo que es muy prometedor para las próximas carreras”, concluyó Ericsson, que en la mencionada clasificación se quedó a media décima del colarse en Q2, mejorando algo menos de dos segundos el registro de la pasada temporada.