“Me asusto cada vez que mejoro”. Charles Leclerc es una de las sensaciones de la temporada 2018 y, sí, efectivamente, asusta. Asusta lo rápido que el joven piloto monegasco se ha adaptado a la máxima categoría del automovilismo y asusta cómo el campeón de la Fórmula 2 (2017) se atreve a plantar cara a gigantes de la parrilla como Fernando Alonso. Han pasado cuatro meses desde su debut en el Gran Premio de Australia y el de Sauber ya es el centro de todos los focos. Incansable y mostrando su mejor versión carrera tras carrera.

Haciendo retrospectiva, nos situamos en Melbourne. Allí, Leclerc tuvo su primer contacto con toda la farándula que acompaña al Gran Circo. El inicio fue discreto; 13º en carrera y lejos del ritmo aplastante que había demostrado en la ‘segunda división’. En Bharéin y China no fue mejor. Charles continuaba con su fase de aprendizaje. Los puntos todavía eran un objetivo lejano.

Lo realmente sorprendente de su aterrizaje en Fórmula 1 ha sido lo rápido que se ha adaptado al equipo. Tres carreras ha necesitado para tomar la medida a la categoría. Desde Azerbaiyán, Leclerc ha pasado al siguiente nivel. El monegasco fue sexto en una carrera alocada, donde supo aprovechar al máximo las circunstancias de carrera. En España vio la bandera a cuadros en décimo lugar y en Mónaco sumó su primer abandono tras sufrir un fallo en los frenos. Dos décimos en Canadá y Francia, y un noveno en Austria. El pasado fin de semana, en Silverstone, Leclerc volvió a quedarse fuera de carrera por una rueda mal ajustada durante su pit stop. El compañero de Marcus Ericsson competía con opciones de puntuar.

Precisamente, el piloto sueco está sufriendo como nadie el talento indiscutible de Leclerc. El monegasco suma diez puntos más que Ericsson y en clasificación no hay lugar a la comparación; Leclerc es capaz de endosar entre siete décimas y algo más de un segundo a su compañero con el mismo monoplaza.

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La opción Ferrari

Con tan poco pero extraordinario rodaje en Fórmula 1, muchas son las voces que piden ver a Leclerc vestido de rojo en 2019. Lógicamente, en la ecuación sobra un nombre, y no es otro que el de Kimi Räikkönen. En los planes de Ferrari no entra desprenderse de Sebastian Vettel, con quien han vuelto a la lucha por el Mundial de pilotos desde la salida de Fernando Alonso. Raikkonen, por su parte, no tiene el futuro asegurado más allá de la presente temporada; ni rastro de una eventual renovación.

Por otro lado, Ferrari no se caracteriza precisamente por montar en sus bólidos a jóvenes pilotos, sin experiencia en Fórmula 1. Ascender a Leclerc a la órbita de Maranello sería una decisión excepcional en el histórico equipo. Sin embargo, otras cualidades que el joven monegasco ha mostrado en las últimas semanas son su madurez, compromiso con el trabajo, las ganas de mejorar y, bien sea dicho, las ‘narices’ de luchar cuerpo a cuerpo con campeones del mundo como Alonso o Hamilton.

Además, Ferrari tiene la terrible espina clava del fallecido Jules Bianchi, quien estaba en la lista de futuribles pilotos de la marca italiana. El destino fue cruel con el francés, aunque la Scuderia vuelve a tener una oportunidad única de modificar su ADN y, quien sabe, alinear a una de las parejas más competitivas de la parrilla en 2019. ¿Veremos al piloto de 20 años subido a un coche rojo el próximo año? “No veo por qué no”, respondió Vettel en Mónaco.

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¿Otro año en Sauber? ¿Haas?

La estrecha colaboración entre Sauber y Alfa Romeo sería un buen motivo para permanecer un año más en el equipo suizo. Otra temporada para seguir mejorando bajo el capote de una alianza que, en las últimas carreras, está dando sus frutos. Los resultados de Leclerc no se basan puramente en el talento, sino también en la mejora de rendimiento que poco a poco está experimentando la escudería. Desde luego, en Sauber estarían encantados de continuar trabajando en la misma dirección.

Otra opción, que para nada es descabellada, viene dibujada con los colores de Haas. El acuerdo técnico con el equipo italiano ha llevado a que el chasis americano se haya bautizado como ‘Ferrari B’. Haas se destapó en pretemporada como el cuarto equipo de la parrilla, aunque los resultados no reflejan tal potencial. De todos modos, esa es otra historia que te contamos aquí.

Pese a que Romain Grosjean obtuvo el mejor resultado del equipo en Austria (4º), la realidad es que su temporada está siendo para olvidar, lo que ha generado tensiones e incluso algún que otro toque de atención de la cúpula del equipo. El dato es demoledor, cuatro retiradas y solo una vez dentro de los puntos. En total, 12 puntos. El galo pierde estrepitosamente con su compañero Kevin Magnussen, quien ya suma 39 puntos. ¿Sería Leclerc un recambio idóneo en la estructura estadounidense? Su rendimiento y la estrecha relación con Ferrari hacen indicar que sí.

Por el momento, Leclerc tiene por delante la segunda mitad de la temporada, en la que, seguramente, continuará asustando -en el mejor sentido de la palabra- en cada libre, clasificación y carrera.