El motor Honda volvió a fallar a Fernando Alonso en el que probablemente era el peor momento para romperse. El piloto asturiano rodaba cómodamente en la décima posición, e incluso estaba intentando atacar a Lance Stroll por la novena plaza, cuando a falta de cuatro vueltas tuvo que parar el coche porque la unidad de potencia no aguantaba más. Alonso solo ha podido terminar una carrera de las cinco que ha disputado esta temporada, con retiradas que se asemejan a la imagen vista en Canadá.

“La carrera en sí ya era difícil por el déficit de potencia en las rectas. A mitad de recta ya nos adelantaban y a veces era incluso peligroso ir tan diferente en las rectas cuando venían coches más rápidos. Intentamos hacer nuestra carrera y estábamos en los puntos pero no pudimos terminar. A mí, después de 16 años aquí, coger un punto o dos no me va a cambiar la vida. Pero tarde o temprano hay que volver a puntuar por el trabajo que hacen todos los mecánicos día y noche trabajando y cambiando muchos motores sobre todo este año. Por ellos siempre haces todo lo que puedes en pista e intento coger una recompensa para ellos”, declaró Alonso ante las cámaras de Movistar F1.

Por lo menos, Alonso pudo protagonizar uno de los momentos más llamativos del día al saltar la valla que separa las gradas de la pista para saludar a los aficionados, aunque admite que el resultado fue accidental. He saltado porque hay mucha afición aquí a la Fórmula 1 y tengo mucho apoyo. Lo siento de cerca. Iba a tirar los guantes, pero no llegaba desde abajo. Iba a subir para tirarlos desde allí, pero casi no podía salir. Pero bueno, es una muestra de agradecimiento por todo el apoyo que nos dan”, explicó el asturiano.

Finalmente, Alonso quiso concluir su aparición ante la prensa con una frase tanto jocosa como posiblemente cierta: Lo primero que pensé al bajar del coche es que saldré último en Bakú.

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