Las previsiones meteorológicas se cumplieron. La tormenta de frío polar llegó a la zona donde se encuentra el Circuit de Barcelona Catalunya, cubriéndolo de nieve. Ante la falta de acuerdo entre los equipos para posponer la sesión a otro día disponible, el evento ha continuado su curso, si bien no sería hasta las 12:00, tres horas más tarde de lo previsto, cuando se daría la bandera verde, una vez el helicóptero estaba autorizado a volar.
Y ciertamente, la autorización de dirección de carrera no modificó la actitud de los equipos, que simplemente se limitaron a esperar a que las condiciones mejoraran. Ante la indignación de los presentes, que se preguntaban por qué no salían a rodar con agua cuando en pasadas ediciones han dedicado recursos a mojar de forma artificial el circuito, Pirelli tenía la respuesta. Sus compuestos no son capaces de funcionar con el asfalto a menos de 10 grados centígrados, y éste se movió todo el día entre una ventana de 2 y 5 grados. Tampoco ayudaba la copiosa lluvia que caía, con un agua muy fría.
Solamente al final de la sesión, Fernando Alonso abrió la veda con una vuelta de instalación, a la que más tarde se unión Daniel Ricciardo. El de Red Bull tuvo una excursión por la grava que le invitó a no regresar a pista. También salieron a pista el Sauber de Marcus Ericsson y el Williams, no de Lance Stroll, sino de Robert Kubica.
A falta de unos minutos para acabar la sesión, también salió a pista el Toro Rosso Honda de Brendon Hartley, con la posibilidad de colocar al motorista japonés en lo más alto de la tabla de tiempos. Pero como el resto, Hartley volvió a boxes tras una sola vuelta.
Todo cambió cuando Fernando Alonso se animó a dar una vuelta cronometrada, con un tiempo verdaderamente horroroso, en 2’21’’. Ya con la bandera a cuadros ondeando, el asturiano de McLaren mejoraría su vuelta rápida bajando hasta el definitivo 2’18’’545, siendo al mismo tiempo el piloto más rápido y más lento del día, pero eso sí, con 11 vueltas completadas.
Tanto Ferrari, que ya daba por la mañana el día como perdido, como Haas, Force India, Renault y Mercedes, han declinado salir siquiera a dar una vuelta de instalación. Acaba así el día más esperpéntico a la vez que ineficiente en cuanto a test de la Fórmula 1 se refiere.
