Más acción para Fernando Alonso. El piloto asturiano se encuentra en Portimao, el circuito del sur de Portugal, para completar unas nuevas jornadas de pruebas con Toyota, previas al comienzo del mundial de resistencia, y uno de los pocos huecos libres que tendrá el asturiano, pues la pretemporada de Fórmula 1 comienza el próximo lunes, afortunadamente para él, a no mucha distancia, en Barcelona.

“Es muy distinto a un Fórmula 1. La mayor diferencia es la tracción total, que te varía el modo de conducir y acelerar al salir de las curvas. También hay mayor libertad electrónica de la que hay en Fórmula 1. El LMP1 es un coche muy sofisticado, donde te apoyas mucho al pilotar y resulta muy divertido.”

Hay diferencias entre Toyota y Honda porque el coche y la categoría es distinta y se desarrolla de manera diferente. El rendimiento queda en segundo plano, quedando por delante la fiabilidad total. Es un método diferente, pero no por ser japonés, sino por la diferencia entre las categorías.”

“Correr, podemos correr todos en la misma décima, pero es a la hora de gestionar el tráfico donde más se encienden los sentidos y la toma de decisiones, donde se marcan las diferencias y ojalá pueda ser yo el que le saque más partido.”

“Compaginar WEC y Formula 1 es un reto valiente. Hay mucho que ganar y mucho que perder, pero cuando hay mucho que ganar, merece la pena. Le tengo muchas ganas a Le Mans. El objetivo es ser campeón del mundo de la especialidad. Quizás hace 10 años este reto hubiera sido muy difícil o un error, pero ahora estoy 100% seguro de poder afrontarlo por la manera en que conozco la Fórmula 1”