El emocionante Gran Premio de China ha dejado varias batallas memorables a lo largo del desarrollo de la carrera. La diversidad estratégica con respecto a los neumáticos y la salida del coche de seguridad juntó todos los ingredientes necesarios para un final de carrera lleno de acción en pista, tanto en las posiciones delanteras como en la zona media de la parrilla.

El choque entre Max Verstappen y Sebastian Vettel causó daños significativos en el monoplaza del alemán y comenzó a perder una gran cantidad de tiempo. El piloto de Ferrari reemprendió la marcha por delante de Nico Hulkenberg, quien tardó poco en superarle, y no pudo recortar distancias con su compatriota. Más bien fue lo contrario: Vettel se descolgó del de Renault y por detrás un viejo conocido le fue recuperando terreno y amenazaba con arrebatarle el séptimo lugar.

Un Fernando Alonso con sus opciones revitalizadas por el coche de seguridad estaba dispuesto a ganarle el pulso a Vettel por primera vez desde que el asturiano se incorporó a McLaren. Alonso alcanzó al alemán en las últimas vueltas de la carrera, pero superarle no sería una tarea fácil a pesar de los daños del Ferrari. El monoplaza de la Scuderia tenía buena velocidad en las rectas, uno de los principales puntos débiles del equipo de Woking.

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De esta manera, Alonso tenía que realizar el adelantamiento en una de las curvas, donde Vettel tenía más problemas para controlar el coche. En cuanto el asturiano se acercó a una distancia asumible de Vettel, aprovechó la primera oportunidad que tuvo disponible e intentó superar al germano metiendo su McLaren por el interior de la primera curva.

Vettel apenas pudo defenderse del ataque de Alonso, quien le cerró la trayectoria en el cambio de dirección de la segunda curva y tuvo que salirse ligeramente de la pista. Así, el asturiano puso fin a un breve duelo que trajo a los aficionados muchos recuerdos de los años en los que Alonso y Vettel luchaban al frente de la parrilla. Aunque fuera por el séptimo lugar y en unas circunstancias particulares, ver a dos pilotos de la talla del asturiano y del alemán es motivo de entusiasmo para los fans de la competición.