Ferrari tiene la esperanza de trabajar rápido con el motor que se incendió en el coche de Kimi Raikkonen en el Gran Premio de Australia, para poder utilizarlo en Barhéin este fin de semana. El finés entraba al pit lane cuando empezó a salir fuego de su coche.

Los de Maranello han comprobado que la combustión interna no se dañó por las llamas, así que no habrá que reemplazar todo el motor, aunque lo vigilarán durante el fin de semana. El causante del fuego fue un fallo en el turbo, por lo que se planea cambiar esta parte.

"Si hubiéramos visto en la telemetría que había un problema con la unidad de potencia, le habríamos pedido a Kimi que lo apagase inmediatamente en lugar de pedirle que volviera al box", ha señalado Maurizio Arrivabene para la pubicación italiana Autosprint.

Será el segundo turbo para el piloto finés, pero al tener cinco para la temporada, esta modificación no conllevará sanción. Aunque la carrera inicie con la luz del sol, cuando vaya anocheciendo bajaran las temperaturas por lo que el motor no sufrirá demasiado.