Primera jornada de test sobre lluvia extremadamente poco fructífera tanto para Pirelli como para Ferrari. Y es que tras el desafortunado accidente que sufrió Sebastian Vettel en el primero de los dos días que se iban a disputar en el circuito de Fiorano, Ferrari debe poner fina los test.

El motivo es que Ferrari no ha tenido tiempo de reparar el monoplaza, ya que no se trataba de un vehículo convencional, sino de un chasis usado en la temporada 2015 al que se le habían añadido ciertos elementos para simular la carga aerodinámica que los vehículos tendrán en 2017.

Por lo tanto, ni Pirelli, que no ha podido probar todos los neumáticos de lluvia extrema que deseaba ni Ferrari se ha podido ver beneficiada al recabar más información que el resto de los rivales, amén de no poder darle kilómetros a uno de sus pilotos de futuro, en este caso al italiano Antonio Giovinazzi.