Ni Antonio Giovinazzi ni Charles Leclerc. Ni tan siquiera Sergio Pérez. Ferrari decide una vez más ser extremadamente conservador a la hora de elegir un piloto, especialmente cuando se trata de elegir un segundo piloto, confirmando a Kimi Raikkonen como piloto de la Scuderia en 2018.

El anuncio, que llega sorprendentemente una semana antes del Gran Premio de Italia en Monza, donde Ferrari acostumbra a anunciar a sus pilotos, da pie a pensar que se guardan esta fecha para centrarse en la renovación de Sebastian Vettel, piloto que está dando un mayor rendimiento que el finlandés.

La de 2018 será la octava temporada de Kimi Raikkonen en Ferrari, la quinta de su segunda etapa, etapa en la que no ha subido a lo más alto del podio, algo que sin embargo sí logró con Lotus. Raikkonen ha sido superado por sus compañeros de equipo, primero con Fernando Alonso y más tarde con Sebastian Vettel, y su rendimiento cuestionado incluso en el seno del equipo, del que se llegó a decir que con el rendimiento de principio de temporada, no se podía optar a ganar el título de constructores.

La renovación de Kimi, que durante 2018 cumplirá 39 años cierra las puertas del primer equipo a la gran esperanza italiana, Antonio Giovinazzi, así como al gran talento del momento, el monegasco Charles Leclerc, a los que deberá buscar hueco en equipos de segunda fila, consiguiendo en el mejor de los casos un asiento en Sauber, pues Steiner afirmó que Haas no tenía intención de cambiar de pilotos.

A pesar de los numerosos cambios estructurales y de actitud acontecidos en Ferrari desde la marcha de Luca Cordero di Montezemolo y Fernando Alonso, hay cosas que parece que nunca van a cambiar en Maranello.