La temporada 2017 comenzó con Ferrari como favorita a hacerse con los títulos tanto de pilotos como de constructores. Mercedes fue capaz de superar a la Scuderia en la clasificación de equipos, pero Sebastian Vettel se mantuvo por delante de Lewis Hamilton al llegar el parón veraniego. Una vez comenzó la segunda parte de la campaña, el rendimiento de Ferrari cayó en picado.

La gira asiática fue especialmente traumática para las aspiraciones del piloto alemán. Un accidente en la primera vuelta de Singapur y un fallo en una bujía en Japón causaron dos retiradas a Vettel, además de un problema de motor en la clasificación de Malasia que le obligó a comenzar la carrera desde la parte trasera de la parrilla.

Hamilton sacó ventaja de esta sangría de puntos para proclamarse campeón del mundo por cuarta vez en el Gran Premio de México y Mercedes aseguró la corona en constructores en Estados Unidos. Sergio Marchionne prefirió no culpar a la mala suerte por esta derrota y señaló a la fiabilidad y a los errores de piloto como causantes de la pérdida del título.

“No creo en la mala suerte. Ha sido una combinación, especialmente en la segunda mitad de la temporada, de fallos técnicos y errores de piloto. Nos quedan dos carreras por completar. Sabíamos que recuperar el terreno perdido al menos en el mundial de pilotos era una tarea casi imposible en el último Gran Premio”, declaró el director de Ferrari.

“Creo que hemos aprendido mucho, aunque haya sido de una forma dolorosa. La segunda mitad relevó algunas debilidades estructurales en la manera en la que estamos gestionando este negocio. Estas van a ser rectificadas y espero que 2018 sea una temporada mucho mejor. Lo hemos hecho bien teniendo en cuenta nuestro punto de partida, pero no pudimos rematar la faena”, añadió Marchionne.