Las órdenes de equipo impuestas por Ferrari fueron el tema más controvertido del Gran Premio de Australia. Sebastian Vettel empezó a perder ritmo de forma alarmante en las últimas vueltas de la carrera en Melbourne, una circunstancia que permitió a Charles Leclerc alcanzar a su compañero de equipo. Los tiempos del monegasco eran mejores que los del alemán, por lo que tenía opciones de superarle.
En Ferrari decidieron pararle los pies a Leclerc e imponer órdenes de equipo para que el monegasco no adelantara a Vettel. La Scuderia prefirió no tomar riesgos con sus pilotos en una carrera que estaba siendo muy complicada para los de Maranello y optó por irse de Australia con la mayor cantidad de puntos posible, manteniendo a Vettel por delante para no restarle puntos de cara al campeonato.
La situación sufrió un cambio radical en Bahréin, donde se volvió a ver a la temible Ferrari de los test de pretemporada. La Scuderia dominó todas las sesiones y fue Leclerc quien se hizo con la pole, la primera de su trayectoria en Fórmula 1. Después del brillante resultado del monegasco, muchos empezaron a preguntarse si Ferrari volvería a aplicar órdenes de equipo para favorecer a Vettel.
Aunque en la Scuderia no quieren que sus pilotos pierdan tiempo luchando, Leclerc podrá quedarse por delante de Vettel si tiene un ritmo superior al de su compañero en la carrera. “Charles puede ir todo lo rápido que pueda. Puede luchar por la pole, puede intentar quedarse al frente y no le vamos a parar, pero es importante que los dos no tomen ningún riesgo y no sufran un accidente”, declaró Mattia Binotto.
A pesar de la polémica derivada de las órdenes en Australia, Binotto afirma que se trató de una decisión sencilla. “No fue complicado porque creo que la forma en la que gestionamos estas situaciones es clara para los pilotos antes de la carrera. Sebastian estaba por delante a falta de 10 vueltas. Mantuvimos las posiciones y no tomamos riesgos, pensamos que fue el enfoque adecuado”, comentó.
