Ferrari ha salvado los muebles en Silverstone gracias a la tercera posición obtenida por Kimi Räikkönen durante el Gran Premio de Gran Bretaña, aunque la realidad es que el resultado podría haber sido más negativo tras los pinchazos en ambos Ferrari en las últimas vueltas de la carrera.

El piloto finés fue el primero en sufrir el problema en su neumático delantero izquierdo, aunque sucedió lo suficientemente cerca del Pit Lane como para que apenas perdiese posiciones respecto a sus rivales; de hecho, el campeón de 2007 solo cedió la segunda plaza frente a Valtteri Bottas, por lo que aun pudo agarrarse al tercer cajón del podio.

Sin embargo, Sebastian Vettel no corrió tanta suerte. El neumático delantero izquierdo del alemán reventó en Complex, por lo que todavía le quedaban varios metros para poder cambiar las gomas; un valioso tiempo perdido que le hizo descender desde la cuarta plaza al séptimo lugar, lo cual beneficia a Lewis Hamilton para quedarse a solo un punto del piloto de Ferrari en el Mundial de pilotos.

Lo cierto es que resulta curioso que el mismo tipo de problema se reprodujese en los dos Ferrari en un escaso margen de tiempo, lo que prueba el extremo estrés al que los neumáticos eran sometidos en las últimas vueltas. Por el momento, Pirelli todavía no ha dado una explicación sobre lo sucedido.