La FIA tiene un ojo puesto en Ferrari y viceversa. Hace semanas, Mercedes se quejó ante el organismo regulador sobre un supuesto uso ilegal de la baterías de la unidad de potencia italiana. La demanda de los alemanes despertó las sospechas de la FIA, por lo que decidieron colocar un segundo sensor en dicho elemento técnico.

Ante tal exhaustivo control, se especuló con que el bajón de rendimiento de Ferrari se debiese, precisamente, a la colocación de ese segundo sensor, aunque desde Maranello niegan rotundamente que esta decisión tenga algo que ver. Maurizio Arrivabene, director del equipo, aseguró a Sky Italia que el punto de flaqueza del chasis italiano es en curva de baja de velocidad, donde había perdido su ventaja con Mercedes en los últimos eventos. “Podéis verlo en la telemetría si queréis”, aseguró.

No obstante, desde Ferrari expresan su malestar por el hecho de que la introducción de un segundo sensor de control en el sistema de doble batería sea de conocimiento público, lo que podría revelar detalles de su “complejo diseño”. “Estuvimos de acuerdo con un pedido de la FIA para trabajar juntos en ello. Tenemos un segundo sensor pero eso no modifica de ninguna manera el rendimiento de nuestro coche”, explica.

"A pesar de eso, me parece extraño que todo el mundo sepa sobre el segundo sensor. He dicho que nuestro diseño de la batería es bastante complejo, pero también es propiedad intelectual de Ferrari”, continúa.

"Espero que, como todo el mundo sabe sobre el segundo sensor, en el futuro no se informe a todo el mundo sobre nuestros proyectos. Eso podría ser un asunto serio”, concluye con rotundidad.