En Suzuka, se percibe velocidad con sólo mirar el mapa del trazado, el cambio de dirección de algunas secciones combinado con sus retadoras y veloces curvas como la mítica 130R, hacen que los pilotos deban invocar la energía de los legendarios samuráis, así como la valentía de los kamikazes, para ir al límite en este circuito. La majestuosidad de esta pista puede deberse a que es uno de los pocos de la 'vieja escuela' que queda en el calendario, su agresividad, en combinación el soplo de vida que le da la siempre colorida y apasionada afición, hacen de Suzuka uno de los trazados más queridos por los pilotos y el resto de personajes que conforman el Gran Circo. Salvo por el accidente de Jules Bianchi en 2014; Suzuka, junto con Hungaroring, Montmeló e Interlagos, es el único de los 'clásicos' en los que no ha habido accidentes fatales durante la ejecución de un Gran Premio de Fórmula 1.

Sin embargo, esto nunca le ha quitado ese romanticismo que caracteriza a los circuitos de antaño, al contrario, los pilotos deben armarse de valor para volar sobre el asfalto japonés, a esto debemos añadirle, que siempre ha estado en la parte final del calendario, por lo que Suzuka ha sido la sede de numerosas finales del Mundial, pues es la piedra sobre la que se han grabado los nombres de leyendas como Ayrton Senna, Alain Prost, Michael Schumacher, Mika Hakkinen y también el lugar de adelantamiento espectaculares como el de Fernando Alonso al siete veces campeón del mundo en la 130R, podemos incluir al español entre la lista de los samuráis.

El GP de Japón no siempre se ha celebrado en Suzuka, la primera vez que el Gran Circo llegó al país asiático fue en 1976, en la que muchos aún consideran la carrera más dramática de la historia, que fue el punto final de una temporada digna de un guion de película, a tal extremo que Ron Howard guió la producción de 'Rush', una película basada en la apasionante lucha de Niki Lauda y James Hunt durante aquel increíble 1976. Aquella carrera final se disputó bajo el cielo lluvioso del circuito de Fuji, al oeste de Yokohama, este evento fue cubierto, por primera vez en la historia de la F1, por la televisión global. Lamentablemente el abandono repentino de Lauda, privó a la afición de un duelo entre él y Hunt por el título mundial, no obstante, el público pudo disfrutar de la remontada meteórica del inglés en el asfalto encharcado del trazado japonés; concluyentemente, el campeonato se lo llevó el británico del equipo McLaren. Era la primera cita de la F1 con el país del sol naciente y resultó en un evento cuyo drama y suspenso duró hasta el final. El circuito de Fuji albergó el GP de Japón en 1977, lo ganó Hunt, pero Lauda ya había asegurado el título con antelación. Un accidente entre Gilles Villeneuve y Ronnie Peterson provoca la muerte de dos espectadores, lo que desembocó en la salida del trazado del calendario, y a partir de esa ocasión, no se disputó ninguna carrera de F1 en suelo japonés hasta 1987, por primera vez en Suzuka.

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Cartel electrónico para la señalalización de banderas en Suzuka

El circuito de Suzuka lo construyó en 1962 el diseñador holandés John Hugenholtz, su propósito, era el de servir como circuito de pruebas fabricante japonés de automóviles Honda; este gigante asiático de la industria automotriz había iniciado su andadura en el mundo de los coches pocos años antes; el primer automóvil de calle fue fabricado en 1960, así mismo, comenzaron a trabajar en el primer monoplaza en 1962 y se estrenaron en la F1 en 1963 con el RA271, en aquel entonces, la categoría reina del automovilismo estaba dominada por los equipos europeos, Honda era el único conjunto totalmente japonés. Aquellos primeros pasos en la industria del motor fueron respaldados por Suzuka, ya que todas las pruebas de todos los prototipos eran llevadas a cabo en dicho trazado.

Una de las particularidades de Suzuka, es que es uno de los pocos circuitos que tiene forma de ocho, además, es uno de los circuitos más antiguos de Japón. Con una longitud de 5,807 Km y 53 vueltas a recorrer durante la celebración del Gran Premio, este trazado normalmente acoge a la F1 entre octubre y noviembre, y hasta hace algunos años era la última o penúltima cita del mundial, por lo que muy frecuentemente se disputaban los títulos en sus rápidas y desafiantes curvas, concretamente, se ha definido el mundial un total de 11 veces en Suzuka.

EL DEBUT DE SUZUKA EN LA F1

Honda, tras haberse retirado de la F1, decide volver como proveedor de motor en 1983, para aumentar su presencia en el deporte, el fabricante japonés pone a disposición de la competición al circuito de Suzuka en 1987, el 1 de noviembre se celebraría la primera carrera de F1 en dicho trazado, era el último GP de aquel mundial y ahí disputarían el título Nelson Piquet y Nigel Mansell, así como lo había hecho Fuji en su debut, Suzuka sería el escenario de la coronación de un campeón mundial de F1; pero así como lo había hecho su antecesor, el circuito con forma de ocho no sería testigo de una lucha cuerpo a cuerpo por la corona, uno de los contendientes abandonó la lucha antes de empezarla.

En 1986 la mala gestión deportiva del equipo Williams provocó que; en medio de la disputa de sus dos pilotos, Mansell y Piquet; uno de los pilotos del equipo McLaren, Prost, se uniera a la lucha por el campeonato, incluso, aunque el conjunto con sede en Grove se hizo con el Mundial de Constructores, el galo del equipo de Woking se llevó el mundial de pilotos. Una vez más, en 1987, el equipo de Sir Frank Williams, que usaba motores Honda desde 1983, llega con sus dos pilotos con opciones de ser campeón a la penúltima carrera, en Suzuka; pero esta vez no había un tercer candidato, sólo se trataba de Piquet y Mansell. Pero la mala suerte golpeó al león británico y en los entrenamientos libres sufrió un accidente que le impidió disputar la carrera y aunque Piquet no puntuó, la ausencia de su compañero de equipo le dio en bandeja de plata el tercer título. El brasileño llegaba al trazado nipón como líder de la clasificación general de pilotos por 12 puntos. En esa misma edición, Gerhard Berger consigue su segunda victoria en la F1 y la primera para Ferrari desde el GP de Alemania 1985, cuando Michele Alboreto era la punta de lanza de la formación del 'Comendatore'.

LA SAGA DEL DUELO SENNA - PROST

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Ayrton Senna, por delante de Michele Alboreto, Thierry Boutsen y Alessandro Nannini

En 1988 nos encontramos con una de las carreras más emocionantes de aquella década de leyendas; una vez más, Suzuka fue la penúltima cita y dos de los más grandes rivales que ha visto la F1, Senna y Prost, llegan para disputarse el Mundial. El brasileño inicia muy mal la carrera, mientras que el francés se escapaba en punta, no obstante, hace gala de su increíble pericia y talento al volante, el piloto del coche #12 se abre paso entre sus competidores y vuela sobre el asfalto japonés; adelanta a su coequipero en la vuelta 28, la diferencia entre ambos era cada vez mayor hasta que la lluvia hizo acto de presencia cuando faltaban vueltas para el final, pese a ello, Senna, que era un maestro cuando la pista se mojaba, cruza la meta con 13 segundos de ventaja sobre Prost, para esta temporada sólo se tenían en cuenta los 11 mejores resultados de cada piloto, el brasileño se llevó el Mundial gracias a esta norma, acumuló 90 puntos contra 87 de su mayor rival. Si se hubiesen contado todos los resultados, el francés hubiese ganado el mundial con 104 puntos, contra 94 de Senna. En 1989, estos pilotos se volverían a enfrentar y Suzuka pondría el punto final en la lucha por el Campeonato una vez más, el calculador y siempre metódico Prost iba a hacer lo posible por ganar la revancha, pero esta vez el drama llegaría a proporciones inimaginables.

El GP de Japón de 1989 era la penúltima prueba del mundial de F1 y los dos pilotos de McLaren llegaron calentitos por lo mal que se caían y porque se jugaban un campeonato. Senna estaba a 12 puntos de Prost, muy cerca después de haberle arañado seis puntos en la cita anterior, el GP de España, en el que el brasileño ganó y el francés quedó tercero. Si Senna quería el Mundial estaba obligado a ganar en Japón. Hasta ese momento, el 'Profesor' tenía 76 puntos contra 60 de 'Magic'.

En la clasificación los McLaren fueron los coches más rápidos. Ayrton fue el piloto que logró el mejor tiempo en la clasificación (1:38.041 segundos), de este modo, consiguió su pole número 41 al fulminar a su compañero, le sacó 1,7 segundos de ventaja, su vuelta más rápida es una de las mejores que se recuerda en el circuito japonés. Prost tuvo que partir desde el segundo lugar de la parrilla con un tiempo de 1:39.771. Como curiosidad, detrás de los dos pilotos de McLaren se colocó Bernd Schneider, el hombre que más tarde ganaría seis campeonatos del DTM.

Desde hace más de un año, la tensión entre Senna y Prost venía en aumento, ambos eran los claros dominadores de la categoría reina, el equipo McLaren estaba en el punto más elevado de su época dorada, la joya de la corona era el MP4/4, uno de los mejores coches que se han diseñado para la F1 y aunque todo esto limitó el Mundial a los dos pilotos del conjunto con sede en Woking por segundo año consecutivo, la afición japonesa, creciente con cada edición celebrada en Suzuka, vibraba de emoción a medida que las luces de los semáforos se encendían para luego apagarse e iniciar lo que sería una batalla campal por el título mundial.

Los semáforos se apagan, los pilotos sueltan el pedal de embrague mientras mantienen el del acelerador a fondo para liberar a 26 monstruos de aproximadamente 675 caballos de fuerza, el asfalto de Suzuka se estremece con el avance de aquellos imponentes coches impulsados por motores atmosféricos de 3.5 litros, pero el campeón defensor tal vez por los nervios o por simples caprichos del destino, vio como sus posibilidades de revalidar el título disminuían tras otra mala salida, así como el año anterior, pero esta vez no se encontraba primero en la clasificación general de pilotos.

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Colisión entre Senna y Prost en el GP de Japón de 1989

Senna terminó de conquistar el corazón del público japonés al luchar como un auténtico samurái y volar como todo un kamikaze, no sólo estaba pegado a la estela de su homólogo, también demostraba tener un mejor ritmo; el piloto del coche #1 había apostado por un ajuste que le otorgaba mayor velocidad en las curvas, mientras que Prost prefirió invertir más energía cinética en las rectas. Magic intentó adelantar al Profesor en múltiples oportunidades, este último cerraba todas las puertas y ventanas para que su mayor tormento no le adelantara y comprometiera su mundial.

Por su parte, el brasileño negociaba cada intento de adelantamiento en cada curva al pisar los pedales como un pianista las teclas de su piano, en el punto álgido de la sinfonía más enérgica imaginable. Al mismo tiempo, tenía que hacer girar aquel duro volante de un coche que aún no contaba con dirección asistida, por si fuera poco, el cambio de las marchas se llevaba a cabo por medio de una palanca sujeta al suelo del monoplaza; en comparación con los F1 modernos, la tarea que emprendía Senna mientras trataba de doblegar a uno de los mejores pilotos de la época, era casi imposible.

Prost realizaba una carrera defensiva, esto evitó que pudiera escaparse y provocar un duelo que, más que una lucha por la victoria, se convertía en una obra de arte, en un drama que llegaría a un inevitable y anunciado colapso.

Cuando ambos McLaren se acercaban a última chicane de la vuelta 46, los aficionados se levantan de sus asientos a la espera del próximo acontecimiento. Senna sintió la vibración transmitida a su mano izquierda por aquel volante negro con una 'H' blanca en el medio, comienza a cambiar de dirección, se dirigía hacia su derecha, sale del rebufo de Prost para evitar el contacto, comienza a ejercer presión sobre el pedal del freno con su pie y baja las marchas con su mano derecha, para luego tomar la trayectoria interna e intentar superar al francés; pero éste último no cede ni un centímetro y no cambia su línea de carrera, así que deja sin espacio al coche #1. Así pues, la desaceleración, que había iniciado levemente, pasó a ser repentina y violenta.

"¡Oh, por dios, es increíble!", exclamaban los comentaristas de la televisión británica, mientras que sus colegas de Brasil, estaban resignados. "¡Chocan y el favorecido es Prost! ... Así que Prost es ganador del Campeonato", lamentaban.

Lo que parecía una escaramuza más en aquella batalla campal en Suzuka terminó por ser el curso de una colisión que concluyó con ambos McLaren enganchados en aquella emblemática chicane. Los dos coches se detuvieron en la vía de escape frente a la curva de la discordia, el vehículo de Ayrton tenía roto el alerón delantero.

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Alessandro Nannini Riccardo Patrese y Thierry Boutsen en el podio de la carrera del GP de Japón 1989

Con el motor de su coche apagado, Prost se desabrocha el arnés y sale de su monoplaza, la carrera había terminado para él. Si Senna hacía lo mismo, el título estaba en manos del 'Profesor', pero el brasileño no se rendía, así que en un acto de gallardía o de desespero, pidió a los comisarios que empujaran su McLaren, el motor volvió a la vida y se reincorporó a la carrera en primera posición, pero su alerón delantero colgaba y detrás de él, se ubicaba el Benetton de Alessandro Nannini. A la vuelta siguiente, Ayrton entra en el garaje, le supera Nannini pero repara su monoplaza, luego vuelve a pista para remontar con un ritmo vertiginoso, que le conduce al adelanto del italiano en el mismo punto en el que había tenido el accidente con Prost, pero este último no se quedaría de brazos cruzados mientras que Senna ganaba la carrera.

Prost fue a hablar con los comisarios, y con el presidente de la FIA, Jean-Marie Balestre, decidieron descalificar a Senna por lo ocurrido en el Casio Triangle. El brasileño no celebraría su victoria de ese día, ni mantendría vivas las esperanzas al título. Descalificado tras el incidente de la chicane, un furioso Senna contempló cómo Nannini aparecía en el escalón más alto del podio por primera y única vez en su carrera de la Fórmula 1. Más importante aún, de vuelta al garaje de McLaren, vio como un exaltado Prost estaba celebrando su tercer campeonato mundial de pilotos.

Pero no hay dos sin tres y es que tanto 'Magic como 'El Profesor'; tal vez por un extraño sentido del humor del destino, o simplemente para no romper la tradición; volverían a encontrarse en Suzuka y lucharían por el título mundial, por tercera vez consecutiva; en la edición de 1988 el de Brasil se llevó el campeonato, en 1989 lo hizo el francés; ahora había llegado la hora del desempate.

Senna llega al GP de Japón 1990, penúltima cita del mundial, con 78 puntos, Prost, ahora piloto de Ferrari, tenía 69; ahora era el brasileño que podía ser campeón si ambos volvían a colisionar y ninguno pueda continuar con el GP, pero Ayrton lo advertía antes de la carrera: "Ahora será a mi manera".

Senna logra la pole position, Prost es segundo, pero misteriosamente, la administración de la carrera cambia el primer lugar de la parrilla al lado sucio de la pista, lo que daba cierta desventaja al de McLaren a la hora de salir, sobre todo porque Prost estaba justo detrás de él y salía por el lado limpio. Las quejas del piloto brasileño fueron inútiles, se vio obligado a salir desde el lado más sucio de la pista; normalmente, el que consigue la pole en Suzuka, tiene 44% de posibilidades de ganar la carrera, el que sale desde la segunda posición tiene el 40%, pero con este cambio de última hora, las posibilidades jugaban en contra del latinoamericano.

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Senna y Prost chocan en la primera curva del GP de Japón de 1990

Lleno de coraje, como si acabase de culminar el GP de Japón de 1989, el piloto del casco amarillo, piensa hacer valer aquellas palabras que dijo a los medios previamente a la carrera, "ahora será a mí manera". Cuando se apagan los semáforos el Ferrari de Prost se abalanza sobre el McLaren de Senna, pero esta vez, y sin ánimos de perseguir al francés en vano como en 1989, el piloto del coche rojiblanco provoca la colisión con el campeón defensor, ambos se salen de la pista con sus coches seriamente dañados, este desenlace final le otorgó el título a Senna por segunda vez. La polémica estaba servida, pero Senna sólo deseaba reclamar su título e ignorar las quejas de Prost, por otra parte, el ganador de aquella contienda fue el veterano Piquet, que tuvo que luchar en lo que fue una de las carreras más abiertas del año.

En 1991, el título volvía a decidirse en Suzuka, pero esta vez los candidatos serían Senna y Mansell, el León británico volvía al ya consagrado circuito japonés, así como lo hizo cuando dicho trazado debutó, con esperanzas de ser campeón mundial de F1, pero el Williams de aquel entonces, apenas era un preludio del coche imponente y dominador que regiría la F1 durante gran parte de la década de los 90 y no estaba a la altura del McLaren de Senna y Berger. Empujando al máximo para recortar las distancias con Senna, Mansell se sale en la primera curva y no puede volver a pista, así que, de una forma más pacífica, el brasileño consiguió su tercer título en una carrera cuya victoria regaló a Gerhard Berger, como gesto de amistad y compañerismo.

DOMINIO DE WILLIAMS, MCLAREN Y FERRARI

Al campeón no le coronarían en Suzuka otra vez hasta 1996, cuando ambos pilotos del equipo Williams, Damon Hill y el debutante Jacques Villeneuve se disputaron el codiciado título mundial, esta vez, el GP de Japón era el último del año, el hijo del mítico Hill llegó al trazado asiático con 87 puntos contra 78 del hijo del legendario Villeneuve, pero el canadiense no pudo culminar la contienda mientras que su compañero se hizo con el triunfo y con el Mundial.

En 1998 y 1999, el GP de Japón, celebrado en Suzuka, una vez más sería el último del calendario, en ambas oportunidades el finés, Mika Hakkinen, ganó y conquistó el campeonato de pilotos, en la primera oportunidad lo hizo casi sin problemas con un McLaren relativamente superior al resto, pero en lo que fue la última carrera del siglo XX, el nórdico llegó a Suzuka segundo en la clasificación general de pilotos, Eddie Irvine, piloto de Ferrari, era el líder del Mundial. Pero para desgracia del norirlandés, un accidente durante las pruebas libres lo dejó sin opciones de disputar la clasificación, así que tuvo que salir desde el fondo de la parrilla mientras que 'el finlandés volador' se imponía con su coche plateado en el suelo japonés.

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Schumacher gana la carrera del GP de Japón 2000

En el año 2000, Schumacher llegó líder a Suzuka con 88 puntos contra 80 de Hakkinen, una vez más, el GP de Japón era el último del calendario, pero esta vez, Ferrari rompía con la racha del finlandés y con la sequía que aquejaba al conjunto rojo desde 1979, después de 21 años, el piloto alemán se convierte en campeón con la escudería de Maranello y gana la carrera en Suzuka. Así sucedió en 2003, pero ya no era con su gran rival, sino con el sucesor de este, Kimi Raikkonen. Schumacher llegó líder a Japón con 92 puntos y Raikkonen segundo con 83, el de Ferrari salió campeón con 93 frente a los 91 de Raikkonen, aunque la carrera la ganó Rubens Barrichello, de este modo, el alemán concluyó la temporada como seis veces campeón.

La última vez que el título se decidió en Suzuka fue en 2011, pero ese año el GP de Japón era el número 15 de 19, y el dominio abrumador de Red Bull y Sebastian Vettel, condicionaron la coronación del campeón cuatro carreras antes del final del mundial, sin embargo, en aquella oportunidad sería Jenson Button el ganador. Tan solo 3 años más tarde, en medio de una carrera bajo la lluvia, Bianchi choca contra la grúa que sacaba el coche de Adrian Sutil, que se había salido de pista y abandonado la carrera, el impacto ocasionó lesiones graves en el cerebro del piloto, este no murió de inmediato, luchó por su vida hasta el 17 de Julio del 2015. Hasta ahora, el piloto que usó el dorsal #17, es el único que ha fallecido a causa de un accidente en Suzuka.

Como dato curioso tenemos que el GP de Japón volvió a disputarse en el circuito de Fuji en 2007 y 2008, no obstante, la crisis económica mundial hizo que este trazado le cerrara las puertas a la F1 una vez más y vuelve Suzuka a abarcar el GP japonés.

El circuito de Suzuka no solo ha sido emplazamiento de múltiples definiciones del mundial, ahí también se han disputado carreras memorables en las que han nacido algunas leyendas, tal es el caso de la edición del 2005, en la que Raikkonen, con el veloz pero poco fiable MP4/20 de McLaren, salía 17°, mientras que Schumacher, piloto de Toyota, lograba la pole position. El finlandés mostró de lo que era capaz su coche cuando todo iba bien y remontó hasta llevarse el triunfo adelantando a Giancarlo Fisichella en la primera curva de la última vuelta, en esa misma carrera Fernando Alonso adelantó a Schumacher en la 130R, la curva más rápida del Mundial, dicho adelantamiento aún es tema de debate, pero nunca dejará de ser espectacular.

Hasta ahora, en Suzuka, se han disputado 27 carreras de F1, Schumacher es el que más ha ganado ahí con un total de seis veces, el equipo Ferrari, junto con McLaren, es el que encabeza la lista de los equipos ganadores con siete victorias para cada uno. Mientras que motor Renault, es el que ha conseguido más triunfos con un total de nueve.

Similar a otros circuitos clásicos como Monza, Suzuka, se caracteriza por el dinamismo y entusiasmo del público que asiste sin falta a todas las carreras y llena las gradas con el hermoso colorido de la pasión por la F1, este circuito es uno de los pocos que aún mantiene viva la esencia del deporte motor, y cada tanto, nos regala alguna emoción que queda grabada por siempre en nuestro corazón. Como epílogo podemos añadir, que Suzuka es el lugar en el que se forjan los samuráis, se coronan los campeones y en el que nacen las leyendas.

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