La temporada de Romain Grosjean ha sido bastante mala si la comparamos con la de su compañero de equipo. El piloto francés tardó nueve carreras en puntuar mientras que Kevin Magnussen lo hizo en la segunda. Además, el danés ocupa el octavo puesto de la clasificación de pilotos mientras que Grosjean es decimotercero.

Son casi 20 puntos de diferencia entre ambos pilotos de Haas que a Grosjean le costará recortar en las cuatro carreras restantes.

A esto, hay que sumarle los accidentes que ha protagonizado el piloto francés, como al comienzo de la carrera de Barcelona, lo que hizo cuestionar su continuidad en el equipo americano para la próxima temporada.

Pese a todo esto, Grosjean nunca perdió la esperanza y estaba totalmente seguro de que, pasase lo que pasase, seguiría en Haas el siguiente año, siendo el sexto puesto de Alemania su punto de inflexión.

“No quiero que suene mal pero nunca estuve preocupado por donde estaría el año que viene. Tras Silverstone, supe que no podía continuar así, pero sabía que la solución estaba en alguna parte y sabía que la encontraría. Creo que Alemania fue la clave, estaba bien y supe que el equipo lo vería y lo superaríamos. Si hubiera continuado y no hubiera funcionado, pero sabía desde ese momento lo que tenía que hacer, estaba convencido de que las cosas saldrían de manera positiva”, señaló el piloto de Haas.