Haas continúa en ese extraño objetivo autoimpuesto de echar a perder todas las grandes oportunidades. En Monza, Romain Grosjean finalizó en sexta posición, el que sería su segundo mejor resultado de la temporada, y que significaría una racha de cinco carreras de las seis últimas en los puntos. Algo reseñable cuando el de Haas solo ha puntuado en cuatro carreras. Sin embargo, la estructura era consciente de que el vehículo no era legal, compitiendo con la esperanza de que el resto de rivales lo dejara pasar.

En el equipo norteamerciano, especialmente por medio de sus voceros, siguen empeñados en señalar su gran labor, repitiendo de manera incesante el duro trabajo que están haciendo, obviando que son quintos, muy cerca del cuarto, en el mundial de constructores, lo que no hace más que evidenciar la cantidad de potencial desperdiciado.

Steiner ha adoptado un discurso victimista en el que prefiere señalar una y otra vez el duro trabajo realizado por su equipo, lo que, sin duda, en sus palabras, parece molestar a los rivales, que no dudan en usar cualquier arma para intentar vencerles fuera de la pista.

“No esperaba esta reacción de los rivales, pero a veces la gente reacciona de esta manera. Si no pueden vencerlos en pista, intentan hacerlo en los despachos. Es lo que está sucediendo ahora. Tienes que trabajar duro para ser envidiado. Preferimos trabajar duro por ello y luchar aún más.”, aseguró Steiner.

Steiner no explica, sin embargo, cómo a pesar del duro trabajo, no fueron capaces de arreglar la pieza que estaba fuera de reglamento tras ser avisados por la FIA, y de quedar claro que la exclusión era muy posible. Más siendo uno de los puntos fuertes que explican la exclusión el hecho de que otro equipo en la misma situación que Haas sí que solucionó los inconvenientes.

“Yo diría que hemos superado un poco nuestras propias expectativas, porque peleando con un equipo de fábrica como Renault, no pensábamos que pudiéramos tener este rendimiento, sin importar si estamos en nuestro tercer año. Creo que todos pueden estar muy orgullosos.”, continuó el italiano, experto en sacar pecho y obviar la autocrítica.