El Gran Premio de Austria fue una carrera para olvidar para Lewis Hamilton. El piloto británico se puso en primera posición tras la salida en lo que parecía que iba a ser un doblete por parte de Mercedes, pero el abandono de Valtteri Bottas trastocó el guion de la carrera. Desde el equipo de Brackley optaron por no entrar a boxes para intentar aprovechar los neumáticos más frescos en la parte final de la carrera, pero esta estrategia resultó ser errónea.

Hamilton no era capaz de recuperar posiciones tras su parada tan rápido como en Mercedes tenían planeado, llegando el británico a preguntar por la radio en qué estaban pensando en la estructura para llevar a cabo esa estrategia. Para añadir sal a la herida, un problema con la bomba de gasolina obligó a Hamilton a retirarse de la carrera, convirtiéndose en el primer abandono doble de Mercedes desde 2016.

Como consecuencia de la retirada, Hamilton perdió el liderato del mundial por un punto a favor de Sebastian Vettel. En una lucha donde no hay margen para el error, el británico pide a Mercedes trabajar duro en sus puntos débiles. “No voy a mentir, hay muchos aspectos en los que tenemos que mejorar. El coche ha estado genial y éramos los más rápidos, pero tener dos problemas diferentes es poco habitual”, declaró a Channel 4.

“No podemos permitirnos perder puntos. Necesitamos encontrar un método blindado para las estrategias porque, si el coche hubiera seguido funcionando, hubiese sido una victoria fácil para nosotros porque estábamos cómodamente por delante”, añadió el piloto de Mercedes.

A pesar del inusual problema de fiabilidad de Mercedes, Hamilton admite no estar preocupado por posibles repeticiones de estos fallos. “Es lo que hay. No hay nada que pueda hacer. Lo que tenemos que hacer es ir hacia adelante. Estoy deseando que el coche vuelva para intentar entender cuál fue el problema. Sé que los chicos trabajarán duro para rectificarlo y asegurarse de que no vuelva a ocurrir”, explicó a Sky Sports.