Lewis Hamilton, cansado de toda la polémica existente por su estilo de conducción en China, ha pedido a su compañero de equipo, Nico Rosberg, que ponga sobre el asfalto algo más de espíritu competitivo para la próxima carrera, que se disputará este fin de semana, en Bahréin. El alemán ahora se coloca 17 puntos por detrás del bicampeón en el Mundial, tras un Gran Premio famoso por las quejas del mismo sobre el ritmo del líder actual, que le perjudicó en su lucha particular con Sebastian Vettel.

En China Rosberg explicó que no quería intentar adelantar a Hamilton en ese momento, sino que lo que buscaba era separarse de su inmediato perseguidor, Vettel. Entonces fue cuando los ingenieros de Mercedes le pidieron a Lewis que incrementara su ritmo para distanciar al W06 del SF15-T y así no poner en peligro el doblete de los de Brackley. A raíz de ese movimiento, ahora se plantean volver a las órdenes de equipo para que no vuelvan a ocurrir cosas de este tipo.

No obstante, Hamilton, que tiene claro que en ningún momento se vio amenazado por su compañero, le pide que se arriesgue más de cara a Bahréin y que si tiene el ritmo suficiente como para adelantarlo, que lo haga y así ambos se podrán medir en pista con igualdad de condiciones.

"No sé de qué hay que hablar. Crecí viendo este deporte. Quieres ver adelantamientos, batalla. Quiero que este hombre esté pegado a mí si tiene el ritmo para estar pegado a mí y si no puedes defender la posición, pues la pierdes. Quiero competir. Esto son los deportes del motor. Las carreras. Nico no intentó adelantar. Ellos (Mercedes) dijeron que quizás se encontraba cómodo con el segundo puesto y dijo, 'bueno, quizás esa es la diferencia entre los dos'", explica Lewis a los periodistas antes de enfrentarse a la cuarta prueba del Mundial.