Lewis Hamilton ha vencido en Silverstone de manera incontestable. Además, la fiesta para el británico se ha visto incentivada con el inesperado giro de guion que los pinchazos en los neumáticos de Ferrari provocaron en el resultado final de la prueba, con Sebastian Vettel terminando en séptimo lugar.

De ese modo, el tres veces campeón del mundo se lleva un gran sabor de boca de su carrera de casa, en la que ha compartido el triunfo con todos los aficionados que había invadido en la pista durante la ceremonia del podio.

El piloto de Mercedes corrió hasta sus seguidores para lanzarse en volandas y dar la mano a miles de seguidores que se había concentrado en la recta principal, incluso escaló un par de vallas para no olvidarse de nadie durante su celebración.

El cariño mostrado por el héroe local ha sido indiscutible y, ahora, pone en jaque el liderato de Sebastian Vettel, quien solo guarda un punto de ventaja sobre el tres veces campeón del mundo. En Hungría, antes de las vacaciones de verano, podríamos tener cambio de líder.