Brendon Hartley realizó su inesperado debut en Fórmula 1 en el Gran Premio de Estados Unidos sustituyendo a Pierre Gasly, quien no pudo participar en la cita al coincidir con la Super Fórmula japonesa, donde tenía opciones de hacerse con el campeonato. El piloto neozelandés reapareció por sorpresa en la órbita de Red Bull tras ser expulsado del programa de jóvenes pilotos en 2010 debido a la falta de resultados en las categorías inferiores.

Helmut Marko fue el principal responsable de su expulsión del Red Bull Junior Team, pero curiosamente fue quien decidió dar a Hartley una segunda oportunidad después de que el propio piloto se pusiera en contacto con él cuando se anunció que Porsche abandonaría su programa de prototipos al final del año. El neozelandés admitió sentirse agradecido con el asesor de la estructura austriaca al apostar por él para finalmente ser confirmado como piloto titular para 2018.

“Nunca pensé que me sacarían a un Gran Premio sin hacer test o confiando en mí para hacerlo. Quiero mostrar mi agradecimiento y respeto a Helmut y a todos los implicados por correr ese riesgo y confiar en que podía hacer el trabajo. Supongo que llevaron a cabo un gran análisis sobre el WEC y eso demostró que el nivel allí es alto y respetado”, declaró Hartley.

“Llamé a Helmut más o menos después del Gran Premio de Hungría. En ese momento, no pensé en que iba a hacer mi debut en Fórmula 1 este año o el que viene, pero sabía que quizás habría alguna oportunidad para realizar un test, ser piloto de simulador y todas esas cosas que me pondrían a prueba de nuevo”, añadió el neozelandés.