Fue una de las grandes sorpresas de la temporada pasada. Bueno, más bien del mercado de fichajes, pero la verdad es que r4evolucionó el paddock. Daniel Ricciardo abandonaba la formación de Red Bull después de 15 años vinculado a la marca de la bebida energética para irse con Renault.
El aussie quería hacer pensar a la gente que la elección no era ni por asomo por una supuesta creencia en el proyecto del equipo basado en Enstone. De hecho, el asesor de los toros rojos deja caer que la intención de su piloto era la de recalar en Ferrari o Mercedes. Aunque puede que haya también algo que ver con el hecho de que las estrategias, curiosamente solían ser beneficiosas para Verstappen, o que las averías mecánicas recaían del lado del aussie en su gran mayoría.
“La historia debería haber sido que decide en verano si va a Ferrari o Mercedes, o si se queda en Red Bull. Al final salió de un modo muy distinto a lo que Ricciardo imaginaba, muy distinto a lo que quería la gente de Netflix”, explica Marko en relación a uno de los capítulos del documental ‘Drive to Survive’ en el que se relata los dilemas del piloto por decidir sobre su futuro.
“Al principio de la temporada, en Mónaco, pensaba que seguramente tendría muchas opciones. Lo creía de verdad. Al final fueron menos de las que pensaba. No creo que eso afectará a la serie de Netflix y no quiero entrar en un intercambio dialectico con Marko. La historia seguía siendo buena para la Fórmula 1”, alega el piloto de Renault
Pero el asesor de Red Bull cree que Renault jugó sucio: “Renault nos enseñaba gráficos una y otra vez en los que parecía que su motor sería enorme para el año siguiente. Él se lo creyó. Las puertas de Ferrari y Mercedes estaban cerradas, y con nosotros había una cierta tensión entre los dos pilotos desde Bakú.”
